TRÁNSITO DE PLUTÓN A TRAVÉS DE LAS CASAS ASTROLOGICAS
La gente tiende a sentir miedo de los Tránsitos
de Plutón, y su razón tienen, porque nos las vemos aquí con el dios de la
muerte, cuyo dominio es el submundo tenebroso y sombrío. Con frecuencia, los
Tránsitos de Plutón nos pone dolorosamente en contacto con la muerte. En
algunos casos esto hay que entenderlo literalmente -nuestra muerte o la de
alguien próximo a nosotros-, pero lo más común es que correspondan con muertes
psicológicas o "muertes del yo": la muerte de una parte de nosotros
mismos tal como nos conocemos. Casi todos establecemos y reforzamos nuestra
identidad aferrándonos a cosas que nos proporcionan una cierta sensación de
quiénes somos. La gente con quien nos asociamos, la persona con quien nos
casamos, el trabajo que hacemos, el dinero que tenemos en el banco, los hijos
que traemos al mundo, la religión o filosofía que abrazamos... todo esto nos
ayuda a configurar y sostener nuestra identidad. En el curso de nuestro
desarrollo, además, vamos formándonos opiniones o creencias sobre nosotros
mismos y sobre la vida "de afuera, y esos "guiones" o "anunciados
vitales", como se les suele llamar, también contribuyen a nuestro
sentimiento de identidad. El guión de una persona puede ser: "Soy capaz de
alcanzar lo que quiero"; el de otra quizá sea: "Yo siempre
pierdo". Un anunciado vital podría ser: "El mundo es un lugar seguro
en el que puedo confiar", en tanto que otro quizá seria: "El mundo es
peligroso y está empeñado en destruirme". Configuramos nuestra identidad
psicológica no sólo por mediación de nuestras relaciones o de un trabajo, una
vocación o un talento, sino también mediante este tipo de anunciados y de
creencias sobre la vida y sobre nosotros mismos: forman parte de nuestra
mitología personal y pueden ser inconscientes, en cuyo caso no los
cuestionamos. Bajo la influencia de un Tránsito de Plutón cualquiera de los "soportes"
de los que derivamos nuestra identidad puede desplomarse o estropearse
irremediablemente, porque con Plutón no hay marcha atrás ni retorno a la
inocencia. Este tipo de muertes psicológicas es bastante frecuente: todos hemos
experimentado el final de un "capitulo" de nuestra vida, el término
de una carrera o de una amistad importante: la muerte de nosotros mismos tal
como nos hemos conocido. Cuando está en juego Plutón, sin embargo, ese dolor
puede, además, hacer aflorar a la superficie emociones mucho más oscuras
-rabia, o un tremendo sentimiento de humillación- que nos obligan a reconocer
la ferocidad con que nos aferramos a las cosas. Incluso renunciar a vínculos
negativos -a una mala relación, a un trabajo insatisfactorio o a un "guión
de perdedor" nos exige reconocer la magnitud de nuestro sentimiento de
pérdida e impone a nuestra vida reajustes muy importantes. Ya podemos tener
perfecta consciencia de que lo mejor que podemos hacer es desprendernos de una
relación insatisfactoria o destructiva -podemos pasar años en psicoterapia
intentando transformar los modelos negativos que arrastramos desde de la
niñez-, y sin embargo seguimos teniendo una sensación de pérdida y estando mal
dispuesto a liberarnos de estos lazos. En un nivel intelectual podemos saber
que hacerlo significará un renacimiento y que los cambios serán positivos, pero
aun así la muerte de nuestro apego nos da miedo y nos duele.
Bienaventurados los que lloran, y especialmente
los que aprenden que el llanto y el duelo no sólo están hechos de dolor y
tristeza, sino también del enojo o de la culpa que sentimos por nuestra
pérdida. Podemos estar enojados porque algo en lo que confiábamos nos abandona,
o irritarnos con nosotros mismos por no haber renunciado antes a una parte
gastada de nuestra vida. Podemos sentirnos responsables de haber causado la
muerte de alguien o de algo que se ha ido para no volver, o culpables porque
los cambios que estamos experimentando dañan o perturban a los seres que nos
rodean. Para facilitar nuestro proceso de muerte y renacimiento, necesitamos
tener humildad y paciencia, e ir dando tiempo a todos los sentimientos
movilizados por la pérdida, porque sólo entonces podremos abrirnos plenamente a
ese "yo" nuevo y desconocido que pugna por nacer. No hay manera
de evitar el dolor, ni es fácil hacer el duelo: especialmente bajo la
influencia de un Tránsito de Plutón, aprendemos que cualquier intento de luchar
"heroicamente", cualquier obstinación en hacernos valer contra él, no
consiguen más que hacer más profunda nuestra angustia. El ego -nuestro
sentimiento de ser un "yo-aquí-dentro"- intenta salvaguardar estos
apegos internos o externos que le dan un sentimiento de estabilidad y de
solidez. Al ego no le interesa autodestruirse. Sin embargo, Plutón, el dios del
mundo subterráneo, representa una fuerza que opera desde más abajo del nivel
superficial de la consciencia, y que se opone a los esfuerzos de autoperservación
del ego. Plutón simboliza aquella parte se nuestro psiquismo que
inconscientemente "organiza" o atrae situaciones mediante las cuales
nos desmorona, y no simplemente porque intervenga un factor
"maléfico". Es verdad que Plutón nos desgarra, pero lo hace con un
objetivo en vista: para que podamos reconstruirnos de otra manera. El Tránsito
de Plutón puede crear dolor, crisis o dificultades, pero lo hace en nombre del
crecimiento y del cambio necesario. Nuestra naturaleza auténtica y más
profunda, aunque irreconocida para la mayoría de nosotros, es ilimitada e
infinita. Si derivamos nuestra identidad principalmente de "soportes"
-ya sean éstos cosas o creencias determinados o con una única imagen de
nosotros mismos, el Tránsito de Plutón puede desbaratar estos apegos e
identificaciones. Y lo hace para ayudarnos a que nos identifiquemos nuevamente
de una manera más amplia. La Casa o el planeta que Plutón afecta en su Tránsito
nos muestra los ámbitos de la vida en donde se están demoliendo y
reestructurando los cimientos.
Las imágenes de Escorpio ♏️
Escorpio, uno de cuyos regentes es Plutón, es un Signo complejo, porque a diferencia de los demás, que generalmente tienen un único símbolo -Aries el carnero, Tauro el toro, Géminis los gemelos, etcétera, Escorpio tiene varias representaciones distintas: el escorpión, la serpiente, el águila y el fénix. Además, Escorpio es mucho más que un mero Signo del Zodiaco donde uno puede tener el Sol, Venus, Marte o el Ascendente; representa también una faceta de la vida a lo cual todos estamos sometidos: el proceso cíclico de cambio, decadencia, muerte y renovación. El dominio de Plutón era el submundo, y en términos psicológicos el submundo es sinónimo del inconsciente. El yo es el centro de la consciencia, el centro de aquello de lo que tenemos consciencia en nosotros mismos, o con lo que nos identificamos. Sin embargo, más allá del nivel de percepción consciente del yo está el inconsciente, el conjunto de todos los atributos y elementos de nuestro ser con los cuales aún no hemos establecido contacto o que no hemos integrado. Por naturaleza, la vida avanza hacia la integración y la totalidad, y Plutón sirve a este impulso haciendo estallar las fronteras y los puntos de referencia del yo y obligándonos a reconocer aquellas partes de nosotros que el yo a excluido de la consciencia. En nombre de la totalidad, este planeta nos obligará a enfrentarnos con cualquier cosa que esté sepultada en nosotros, trátese de potencialidades intocadas o de nuestros propios demonios y complejos reprimidos. Los Tránsitos de Plutón evocan imágenes de descenso: un viaje al submundo del inconsciente, una incursión para descubrir lo que está oculto en nuestro interior. Es preciso insistir una vez más en el inconsciente no es sólo un almacén de emociones, sentimientos y complejos negativos o destructivos que nos negamos a reconocer, por más que no serán escasos los "demonios" de esta clase que encontramos al acecho en las profundidades de nuestro psiquismo. En el inconsciente hay también rasgos positivos potenciales que esperan ser reconocidos e integrados. Más adelante estudiaremos el tesoro que se oculta en nuestro inconsciente, pero primero debemos hacer frente a la bestia...
Hércules y la Hidra
En su viaje de individuación, Hércules tuvo que cumplir doce tareas o trabajos. La octava tarea, la de matar a la hidra, ejemplifica el tipo de lecciones y de problemas con que tropezamos por obra de Escorpio y de Plutón. Los Tránsitos de este planeta, en particular, suelen designar una fase de la vida en que tenemos que combatir con la hidra, la bestia que hay en nosotros. El octavo trabajo de Hércules comienza cuando su maestro le asigna la tarea de matar a la Hidra, un monstruo de nueve cabezas que ha estado devastando las tierras de Lerna. Pero antes de salir en busca de la hidra, su mentor ofrece a Hércules un consejo bien preciso: Nos elevamos arrodillándonos; conquistamos entregándonos; ganamos renunciando. Equipado con su garrote y con este aforismo, Hércules inicia su búsqueda de la bestia. La Hidra es difícil de encontrar... Como las emociones soterradas que se ocultan en el fango del inconsciente, la hidra se oculta en una "caverna de perpetua noche" situada junto a un fétido pantano; es decir, en una parte de nosotros que se resiste muchísimo a la "iluminación" o explicación racional.
Cuando localiza la caverna, Hércules dispara sus flechas hacia el interior con la esperanza de hacer salir a la Hidra, pero ésta no se mueve. Finalmente, el héroe sumerge sus flechas en brea, las enciende y, llameando, las envía hacia el interior de la guarida del monstruo. Furiosa, la Hidra emerge de su morada, con ánimo asesino y vengativo. Al disparar sus flechas llameantes al interior de la cueva, Hércules ha conseguido que la Hidra salga de su escondite. De la misma manera, bajo los Tránsitos de Plutón, provocamos - ya sea consciente o inconscientemente- situaciones que nos obligan a enfrentarnos con la bestia que llevamos dentro, o que se oculta en las personas que nos rodean. Ahora la Hidra está en la marisma, y Hércules de pie frente a ella. Armado con su querido garrote, se levanta para enfrentarse con la Hidra e intenta cortarle las cabezas, pero cada vez que una de ellas cae, aparecen tres más en su lugar. El intento de matar de esta manera a la hidra es un reflejo de la forma en que procuramos destruir nuestras emociones bestiales apartándolas de la consciencia; y sin embargo, siguen reapareciendo, cada vez más furiosas y encolerizadas. Finalmente, Hércules recuerda el consejo de su maestro: Nos elevamos arrodillándonos; conquistamos entregándonos; ganamos renunciando. En vez de seguir atacándola de pie, se arrodilla en la ciénaga, sumergiéndose en el fétido lodo, y sujetándola por una de las cabezas, levanta a la Hidra a la luz del día, donde comienza a marchitarse. Sólo tiene fuerza cuando está en el pantano; cuando se la lleva a la luz, pierde su poder destructivo. Hércules puede entonces cortarle todas las cabezas sin que ninguna renazca; sin embargo, después de haberle cortado las nueve, aparece una décima: el héroe se da cuenta de que ésta es una joya y la entierra debajo de una roca. ¿Qué significa todo esto? Si se las deja corromperse en las aguas estancadas del inconsciente, nuestros ciegos impulsos instintivos y nuestros complejos infantiles (nuestra temprana rabia destructiva, el odio hacia nosotros mismos, la envidia, los celos, la codicia, la lujuria) tienen un enorme poder sobre nosotros. Pero si los traemos a la luz del día, a la luz de la consciencia, y los mantenemos ahí, empiezan a perder fuerza. Aquello de lo que somos inconscientes tiene una especial manera de acercarse a nosotros por la espalda para atacarnos inesperadamente. Sin embargo, si somos conscientes de ello, tenemos más probabilidades de dominarlo. Por ejemplo, si no admitimos nuestros celos ocultos, encontrarán maneras disimuladas de expresarse. Nuestra pareja se comporta de tal manera que nos sentimos celosos, pero insistimos en que no es así... por más que después nos pasamos varios días actuando con frialdad, con aire distante, o echándole en cara la superficialidad con que se conduce en las fiestas. Pero sacamos los celos del pantano para llevarlos a la luz del día, creamos la posibilidad de analizar esta parte nuestra y de aprender muchas cosas sobre nosotros mismos. Esta clase de examen puede llevarnos a descubrir una rivalidad edípica que no sospechábamos, o un resentimiento hasta ahora no reconocido con nuestros padres porque prestaban más atención a uno de nuestros hermanos que a nosotros. En otras palabras, podemos descubrir los orígenes de los sentimientos que dirigimos a nuestra pareja. Al hacerlo, somos más capaces de distinguir en qué medida lo que sentimos es adecuado para la situación actual y en qué medida pertenece a emociones no resueltas del pasado. Si insistimos en negar nuestros celos, o en que no tenemos nada que ver con ellos, una exploración como ésta no es posible. La Hidra sigue estando en el pantano y manteniendo sobre nosotros su poder destructivo. La clave de la conquista de la Hidra no reside sólo en sacarla de la ciénaga. Hay mucha gente que libera a la Hidra de su represión inconsciente y termina en la cárcel o en el manicomio. La clave está en sacarla de la ciénaga y sostenerla allí, a la luz de la consciencia. Sostener es un término psicológico íntimamente relacionado con la idea de contención. Sostener significa reconocer y aceptar toda la gama de los sentimientos, permitiéndoles espacio, pero sin manifestarlos indiscriminadamente. Podemos escribir, pintar o dibujar para expresar nuestras emociones, o sacarlas a la luz durante una psicoterapia, en el curso de la cual puede suceder que un cliente desentierra un profundo enojo dirigido contra su madre o su padre, y entonces lo transfiera al terapeuta. De esta manera, las sesiones de terapia se convierten en el receptáculo de estos sentimientos de cólera hasta que el cliente los tenga resueltos y pueda pasar a otros problemas. En vez de negarlos, juzgarlos o condenarlos, se examinan y se les concede espacio. (Incluso fuera del contexto terapéutico, las mejores relaciones son las que tienen la capacidad de contener tanto el amor como el odio que inevitablemente sentimos hacia la otra persona. Es imposible tener intimidad con alguien sin que se movilicen nuestras primeras emociones infantiles. Una relación sana es capaz de aguantar y contener tanto los buenos como los malos sentimientos.)
Cuando Hércules saca la Hidra de la ciénaga y la sostiene en el aire por uno de sus cuellos, el monstruo pierde su poder. No es fácil, y es posible que lleve cierto tiempo, pero lo mismo se puede hacer con nuestros celos, con la rabia, la envidia, la lujuria y cualquier otro impulso instintivo básico que tengamos encerrado dentro. Podemos sacarlos del inconsciente, aceptarlos como partes de nosotros (por más que la sociedad nos haya dicho que no debemos tener esos sentimientos) y examinarlos a la luz del día. Al establecer una relación con los sentimientos que hemos estado negando, creamos la posibilidad de transmutar estos aspectos de nuestra naturaleza. Después de que Hércules ha levantado a la Hidra y le ha ido cortando las nueve cabezas, aparece una décima que es una joya. Al final, el monstruo le brinda algo precioso. El poeta Rilke dice sobre un tema similar:
Quizá todos los dragones de nuestra vida
sean princesas que sólo esperan vernos
una vez hermosos y valientes.
Quizá todo lo terrible sea,
en su ser más profundo,
algo desvalido que quiere que lo
ayudemos.
Al aceptar, contener y elaborar nuestros complejos infantiles, nos volvemos a conectar con partes de nosotros que hemos desterrado y reprimido. Aunque estos complejos reaparezcan al principio en forma negativa, la energía en ellos contenida, que antes negábamos pero ahora reclamamos, volverá finalmente a estar disponible para reintegrarse en nuestro psiquismo de maneras más constructivas. Jung dijo: “Aquellos que no aprenden nada de los hechos desagradables de la vida fuerzan a la conciencia cósmica a que los reproduzca tantas veces como sea necesario para aprender lo que enseña el drama de lo sucedido. Lo que niegas te somete; lo que aceptas te transforma". No sólo liberaremos la energía aprisionada en los complejos, sino que recuperaremos también, para darle usos nuevos, toda la energía que hemos estado empleando para reprimirlos. Nada de esto es posible mientras no nos hayamos enfrentado a la bestia y la hayamos admitido nuevamente en la consciencia. Finalmente, la batalla con nuestra Hidra nos dejará mucho más vivos y más presentes, ya no fuera de contacto con el rico lado instintivo de nuestra naturaleza... ya no viviendo la vida solamente del cuello para arriba. Rilke escribió también: "Si mis demonios han de dejarme, me temo que mis ángeles también levantarán vuelo". Solamente si aceptamos nuestro odio podremos optar por el amor. Sólo después de haber aceptado nuestra cólera podemos decidir que seremos comprensivos. De otra manera, no estaremos haciendo otra cosa que fingir que somos amables.
Al aceptar, contener y elaborar nuestros complejos infantiles, nos volvemos a conectar con partes de nosotros que hemos desterrado y reprimido. Aunque estos complejos reaparezcan al principio en forma negativa, la energía en ellos contenida, que antes negábamos pero ahora reclamamos, volverá finalmente a estar disponible para reintegrarse en nuestro psiquismo de maneras más constructivas. Jung dijo: “Aquellos que no aprenden nada de los hechos desagradables de la vida fuerzan a la conciencia cósmica a que los reproduzca tantas veces como sea necesario para aprender lo que enseña el drama de lo sucedido. Lo que niegas te somete; lo que aceptas te transforma". No sólo liberaremos la energía aprisionada en los complejos, sino que recuperaremos también, para darle usos nuevos, toda la energía que hemos estado empleando para reprimirlos. Nada de esto es posible mientras no nos hayamos enfrentado a la bestia y la hayamos admitido nuevamente en la consciencia. Finalmente, la batalla con nuestra Hidra nos dejará mucho más vivos y más presentes, ya no fuera de contacto con el rico lado instintivo de nuestra naturaleza... ya no viviendo la vida solamente del cuello para arriba. Rilke escribió también: "Si mis demonios han de dejarme, me temo que mis ángeles también levantarán vuelo". Solamente si aceptamos nuestro odio podremos optar por el amor. Sólo después de haber aceptado nuestra cólera podemos decidir que seremos comprensivos. De otra manera, no estaremos haciendo otra cosa que fingir que somos amables.
El rapto de Perséfone: Plutón enamorado
Según la mitología, Plutón usaba un casco que lo volvía invisible cuando abandonaba el averno. Representa, pues, una fuerza que opera por debajo del nivel superficial de la consciencia, una faceta de nuestra psique que atrae inconscientemente situaciones que hacen que nos desmoronemos para volver a reconstruirnos de otra manera. Plutón sólo subió a nuestro mundo en dos ocasiones, una vez en el intento de sanar una herida, y la segunda para raptar a Perséfone. Los Tránsitos de Plutón se suelen experimentar con la máxima claridad en problemas que tienen que ver con la salud y con las relaciones. Encontramos a Plutón en la enfermedad, cuando las toxinas y los venenos son atraídos a la superficie y eliminados del cuerpo para que el organismo vuelva a funcionar bien. También tropezamos con el dios del mundo subterráneo en las relaciones, cuando afloran a la superficie y quedan al descubierto complejos emocionales. Los Tránsitos de Plutón pueden aportarnos relaciones nuevas o bien crear, en las que ya existen, tensiones destinadas a movilizar y reactivar lo que está sepultado en nuestro interior. De nuevo podemos dirigirnos al mito para ampliar y profundizar lo que sabemos sobre los efectos de Plutón en esta esfera de la vida.
En primavera encontramos a la doncella Core jugando en un campo con otras diosas vírgenes, feliz y contenta en el abrazo protector de su madre, Demeter la diosa de la Tierra. Core es joven e inexperta, y vive en paz en el mundo superior, sobre la Tierra, en el nivel superficial de la vida, pero Afrodita, la diosa del amor sensual, al mirarla desde el Olimpo, la encuentra increíblemente ingenua e inocente. En su condición de compensadora de desequilibrios, Afrodita decide dar una lección a Core, y ordena a Eros que hiera a Plutón (que está en las inmediaciones) con una flecha de amor. Sin darse cuenta de que es una flor asociada con el mundo subterráneo, Core corta un narciso. La Tierra se abre y de ella emerge Plutón, en su carroza negra tirada por cuatro caballos que exhalan fuego. Plutón secuestra a Core, se la lleva al submundo, y allí la viola. En un abrir y cerrar de ojos, Core se ha visto arrebatada de la pradera primaveral de un mundo alegre y soleado y se halla ahora en un lugar oscuro y desconocido, un sitio de pasión, sexualidad y emociones intensas. Tras esto, el nombre de Core pasa a ser Perséfone, que significa "la que ama la oscuridad". Iniciada por Plutón en la condición de mujer, ya no es una doncella. Simbólicamente al menos, se ha liberado de la dominación de su madre, y es ahora una mujer por derecho propio. Demeter, angustiada por la pérdida de su única hija, se hunde en una profunda depresión y prohibe que los cereales crezcan y que los árboles fructifican. Durante siete años el mundo entero es frío y árido, y la humanidad se muere de hambre. Finalmente los dioses, preocupados al ver que no quedará nadie que les rinde culto, interceden y consiguen que Perséfone pueda reunirse con su madre. Como Perséfone ha probado las granadas del mundo subterráneo (una manera simbólica de decir que su sangre se ha derramado y ella ha perdido su virginidad), se le permite volver al mundo terrestre sólo durante seis meses al año. Los meses restantes debe pasarlos con su marido, Plutón, en su papel de reina de los infiernos. A los griegos este mito les servía de explicación de cómo llegaron a existir las estaciones. Antes del rapto de Core, la primavera y el verano eran eternos: pero ahora, cada vez que Perséfone tiene que separarse de su madre para volver al mundo subterráneo, Demeter hace su duelo: los árboles pierden las hojas, las cosechas se acaban y llega el invierno. El mito hace referencia a un pasaje, a un rito de iniciación: el adolescente debe salir del útero de la familia o de los antepasados para así llegar a ser una persona por derecho propio. Pero no importa la edad que tengamos: el mito también expresa lo que sucede cuando nos entregamos a una relación de apasionada intimidad. Como Core, por mediación del amor nos vemos hundidos en el mundo subterráneo, donde nos enfrentamos con nuestros ocultos complejos emocionales. La intimidad deja al descubierto el secreto mundo interior del bebé que sigue vivito y coleando en nuestro inconsciente: un mundo de pasión, rabia, envidia, codicia, lujuria y celos. Quizás en un momento dado nuestra pareja no puede darnos precisamente la que queremos o necesitamos, y ahí resurge, en nuestro interior, el niño celoso, temeroso del abandono y de la muerte. Hay veces en que sentimos que seriamos capaces a matar a nuestros seres amados, y otras en que queremos destruir o arruinar una relación porque no aceptamos el poder que tiene el otro para hacernos sentirnos tristes o felices, realizados o insatisfechos. La intimidad remueve en nosotros todas estas emociones. ¡Y nos habían dicho que el amor proporcionaba un estado de ánimo jubiloso! Finalmente Perséfone llega a ser señora de dos mundos. Se siente cómoda en el mundo de arriba, viviendo en el nivel superficial de la vida. Es capaz de ser ligera, natural, alegre e inocente, y de hablar de menudas trivialidades. Pero también está familiarizada con el submundo: ha conectado con las emociones más oscuras, que viven debajo del umbral de la consciencia. Bajo la influencia de un Tránsito importante de Plutón, nosotros también podemos tener la experiencia de Perséfone, también podemos enfrentarnos con el mundo subterráneo de nuestras propias emociones destructivas mediante el catalizador de un relación intima. Como el caso de Perséfone, una vez violado por Plutón nuestro sentimiento de quiénes somos, descubrimos más cosas sobre nosotros mismos y sobre lo que está al acecho en nuestras profundidades. Y como Perséfone, podemos volver a nacer como una persona nueva y más entera.
En el mito de Perséfone, Afrodita se vale de Plutón para alcanzar sus objetivos, iniciar a Core, la doncella ingenua e inocente, en otro aspecto de la vida. En este sentido, Plutón actúa como un principio de equilibrio; allí por donde este planeta transita en el mapa es donde se nos muestra otra dimensión de nosotros mismos, un lado que hemos negado o del que no hemos hecho caso. Si estamos excesivamente identificados con el principio "masculino" o Animus (autoafirmación, poder y logros externos), un Tránsito de Plutón puede despojarnos de nuestro poder y de nuestro empuje para ponernos más en contacto con el lado más "femenino" de la vida, con el Anima, esto es, el ámbito del alma, de los sentimientos y de las relaciones. Si estamos manifiestamente identificados con el Anima y derivamos nuestra identidad principalmente de lo que la otra persona necesita o quiere que seamos, entonces Plutón puede privarnos de esa relación para que nos seamos obligados a descubrir quiénes somos por derecho propio. Si en algún sentido hemos pasados por un proceso de envanecimiento y nos sentimos dioses o seres sobrehumanos, los Tránsitos de Plutón nos devolverán a nuestro tamaño natural. Si nos hemos "tragados enteros" los valores de nuestra cultura y de nuestra sociedad, Plutón nos pondrá frente a opciones y tentaciones que nos aparten de la norma y -para nuestro escándalo y sorpresa- nos hará ver otros aspectos de nuestra naturaleza y otras maneras de vivir que son radicalmente diferentes de los que nos inculcaron nuestros padres o la sociedad. Plutón es también el vengador de la ley natural. Toda cosa viviente tiene su lugar y sus limites: si nos aventuramos mucho más allá de esos limites, un Tránsito importante de Plutón desatará sobre nosotros a las Furias, quizá bajo la forma de una enfermedad, y entonces el dolor y el sufrimiento serán los mensajeros que nos informan que algo se ha desencaminado, que en algún sentido nos hemos desequilibrado. Si no hemos hecho caso de ninguna de sus advertencias anteriores, Plutón se valdrá del cuerpo para obligarnos a escuchar. La enfermedad puede ser el único camino que le quede abierto para someternos y cambiarnos. La enfermedad hace subir a la superficie las toxinas y los venenos ocultos, de modo que pueden ser eliminados y el cuerpo se purifique. En algunos casos, este tipo de enfermedades purificadoras pueden facilitar la regeneración psicológica de complejos y trastornos emocionales que se arrastran desde hace largo tiempo.
La Diosa Oscura
Perséfone no es más que una de las muchas figuras míticas que se han transformado mediante un viaje por el mundo subterráneo. Supuestamente el mito más antiguo del que se tenga noticia (registrado en tablillas de arcilla en el tercer milenio antes de Cristo), también la leyenda sumeria del descenso de Inanna ilustra el tipo de cambios que se asocian con Plutón cuando este planeta transita por puntos importantes del mapa. Inanna, una primera forma de Ishtar, es una diosa de los cielos: es radiante y vivaz, sensual y alegre, y su vida se desenvuelve con relativa fluidez. Pero tiene una hermana perversa, Ereshkigal, que vive en los infiernos, y cuyo nombre significa literalmente "la señora del gran lugar de abajo". La mitología griega es comparativamente tardía, y antes de los griegos el mundo subterráneo estaba regido por una diosa, no por un dios. En este sentido, Ereshkigal es una forma anterior de Plutón. Cuando se inicia el relato, el marido de Ereshkigal acaba de morir, Inanna se siente obligada a viajar a los dominios de Ereshkigal para acudir al funeral. Tiene que descender a un lugar que realmente no le gusta, a una región con la que no está familiarizada, a un reino que no es el suyo. Cuando Inanna llega al primer portal del infierno, Ereshkigal la saluda con la fijeza implacable de una mirada sombría y venenosa:
Perséfone no es más que una de las muchas figuras míticas que se han transformado mediante un viaje por el mundo subterráneo. Supuestamente el mito más antiguo del que se tenga noticia (registrado en tablillas de arcilla en el tercer milenio antes de Cristo), también la leyenda sumeria del descenso de Inanna ilustra el tipo de cambios que se asocian con Plutón cuando este planeta transita por puntos importantes del mapa. Inanna, una primera forma de Ishtar, es una diosa de los cielos: es radiante y vivaz, sensual y alegre, y su vida se desenvuelve con relativa fluidez. Pero tiene una hermana perversa, Ereshkigal, que vive en los infiernos, y cuyo nombre significa literalmente "la señora del gran lugar de abajo". La mitología griega es comparativamente tardía, y antes de los griegos el mundo subterráneo estaba regido por una diosa, no por un dios. En este sentido, Ereshkigal es una forma anterior de Plutón. Cuando se inicia el relato, el marido de Ereshkigal acaba de morir, Inanna se siente obligada a viajar a los dominios de Ereshkigal para acudir al funeral. Tiene que descender a un lugar que realmente no le gusta, a una región con la que no está familiarizada, a un reino que no es el suyo. Cuando Inanna llega al primer portal del infierno, Ereshkigal la saluda con la fijeza implacable de una mirada sombría y venenosa:
-¿Cómo te atreves a penetrar en mi
reino? Aunque seas mi hermana, te someteré al mismo tratamiento que reciben
todas las almas cuando entran en el submundo.
Ereshkigal está de humor de perros, y cuando se siente así hace sufrir a todo el mundo. No se detiene a considerar que Inanna ha venido a estar con ella en el funeral de su marido. A Ereshkigal no le preocupa ser razonable ni justa; ella representa la primera furia global del bebé: cuando se encoleriza o se siente desdichada, todo está mal y no hay nada que sea bueno. Siete entradas o portales conducen a las profundidades del mundo subterráneo. Ereshkigal ordena a Inanna que las atraviese, y en cada portal la reina del cielo debe despojarse de algo -de sus ornamentos de su ropa, de sus joyas- hasta que llega completamente desnuda a lo más profundo del infierno. Entonces le ordena que se incline ante Ereshkigal, que reverencie la misma fuerza que la ha despojado de todo. Los Tránsitos de Plutón pueden ser similares a un encuentro con Ereshkigal. Quizá tengamos que renunciar a las cosas que han contribuido a establecer nuestro sentimiento de identidad. Relaciones, trabajos, sistema de creencias, posesiones u otras formas de apego pueden sernos arrebatados, o bien perder validez y atractivo a nuestros ojos, y sin embargo, en el mito, Inanna se ve obligada a inclinarse ante Ereshkigal, a honrar -como se honraría a una deidad- a la misma fuerza que la ha despojado del todo. Ereshkigal es una diosa, una diosa oscura, pero una diosa. Es una divinidad por mediación de la cual actúa una ley superior, y en última instancia debe ser saludada como parte de la vida. Vernos despojados de nuestra identidad y de nuestros apegos no es agradable: sabe más bien a maldición que a la obra de una divinidad. Por difícil que puede ser comprenderlo, Ereshkigal (como Plutón) sirve a un propósito superior. Sin embargo, la naturaleza de tal propósito no siempre se ve inmediatamente con total claridad. La verdad es que en el caso de Inanna la situación empeora en lugar de mejorar. Como si no fuera ya bastante castigo haber despojado totalmente a Inanna para obligarla después a inclinarse ante ella, Ereshkigal la mata y la cuelga de un gancho de carnicero para que se pudra. A la antes feliz, hermosa y próspera diosa del cielo la dejan colgada en el mundo subterráneo como un trozo de carne muerta, abandonada a la putrefacción. Eso es lo que le hace Ereshkigal, y ésta es la sensación que puede dar un Tránsito difícil de Plutón, él puede desterrarnos a un lugar en donde nos sintamos corrompidos y desdichados, un lugar feo, desagradable, deprimente, solitario y abandonado. Estos sentimientos han existido siempre en nosotros, ocultos en los más recóndito de nosotros mismos, resabios de traumas infantiles o de experiencias de vidas pasadas. Quizá siempre hayamos conseguido defendernos con éxito contra tales estados emocionales, pero ya encontrará Plutón/Ereshkigal la manera de enfrentarnos con ellos.
Ereshkigal está de humor de perros, y cuando se siente así hace sufrir a todo el mundo. No se detiene a considerar que Inanna ha venido a estar con ella en el funeral de su marido. A Ereshkigal no le preocupa ser razonable ni justa; ella representa la primera furia global del bebé: cuando se encoleriza o se siente desdichada, todo está mal y no hay nada que sea bueno. Siete entradas o portales conducen a las profundidades del mundo subterráneo. Ereshkigal ordena a Inanna que las atraviese, y en cada portal la reina del cielo debe despojarse de algo -de sus ornamentos de su ropa, de sus joyas- hasta que llega completamente desnuda a lo más profundo del infierno. Entonces le ordena que se incline ante Ereshkigal, que reverencie la misma fuerza que la ha despojado de todo. Los Tránsitos de Plutón pueden ser similares a un encuentro con Ereshkigal. Quizá tengamos que renunciar a las cosas que han contribuido a establecer nuestro sentimiento de identidad. Relaciones, trabajos, sistema de creencias, posesiones u otras formas de apego pueden sernos arrebatados, o bien perder validez y atractivo a nuestros ojos, y sin embargo, en el mito, Inanna se ve obligada a inclinarse ante Ereshkigal, a honrar -como se honraría a una deidad- a la misma fuerza que la ha despojado del todo. Ereshkigal es una diosa, una diosa oscura, pero una diosa. Es una divinidad por mediación de la cual actúa una ley superior, y en última instancia debe ser saludada como parte de la vida. Vernos despojados de nuestra identidad y de nuestros apegos no es agradable: sabe más bien a maldición que a la obra de una divinidad. Por difícil que puede ser comprenderlo, Ereshkigal (como Plutón) sirve a un propósito superior. Sin embargo, la naturaleza de tal propósito no siempre se ve inmediatamente con total claridad. La verdad es que en el caso de Inanna la situación empeora en lugar de mejorar. Como si no fuera ya bastante castigo haber despojado totalmente a Inanna para obligarla después a inclinarse ante ella, Ereshkigal la mata y la cuelga de un gancho de carnicero para que se pudra. A la antes feliz, hermosa y próspera diosa del cielo la dejan colgada en el mundo subterráneo como un trozo de carne muerta, abandonada a la putrefacción. Eso es lo que le hace Ereshkigal, y ésta es la sensación que puede dar un Tránsito difícil de Plutón, él puede desterrarnos a un lugar en donde nos sintamos corrompidos y desdichados, un lugar feo, desagradable, deprimente, solitario y abandonado. Estos sentimientos han existido siempre en nosotros, ocultos en los más recóndito de nosotros mismos, resabios de traumas infantiles o de experiencias de vidas pasadas. Quizá siempre hayamos conseguido defendernos con éxito contra tales estados emocionales, pero ya encontrará Plutón/Ereshkigal la manera de enfrentarnos con ellos.
Entretanto Ereshkigal (que acaba de perder a su marido y de matar a su hermana y se siente desgarrada por el dolor y la rabia) está además embarazada y se enfrenta a un parto difícil. Tampoco se siente muy feliz en su papel de diosa del mundo subterráneo. De pequeña la raptaron, la violaron y como castigo la desterraron a los infiernos, y sigue estando furiosa por aquella injusticia. Ereshkigal no sólo representa la muerte y la decadencia, sino que simboliza también los agraviados instintos del bebé colérico, herido y frustrado que muchos seguimos llevando dentro, por más que intentemos esconder estos sentimientos de los ojos de los demás. Muerta Inanna, y mientras la vengativa Ereshkigal se abate sobre sus dolores de parto llegamos al punto más bajo del relato, en el cual, aunque algo haya muerto, algo nuevo está naciendo. Una muerte exige un nacimiento y un nacimiento exige una muerte. Antes de iniciar su viaje a los infiernos, Inanna había tenido la previsión de encargar a su sirvienta Ninshubar que acudiera a su rescate si a los tres días no había regresado del oscuro reino de su hermana: sabia que no debía quedarse allí atascada. Inanna está dispuesta a descender a las tinieblas, pero toma sus precauciones para asegurarse de que podrá regresar. Cuando pasan los tres días sin que Inanna haya vuelto, Ninshubar pide desesperadamente socorro. Va al padre y al abuelo paterno de Inanna para rogarles que hagan todo lo posible por rescatarla, pero los dos le responden que no pueden hacer nada por modificar los decretos de Ereshkigal. Nos encontramos aquí con dos figuras, masculinas y fuertes, que no tienen poder alguno sobre Ereshkigal, lo cual significa un énfasis "masculino" de la fuerza que subyuga (que por naturaleza intentaría superar a un oponente, suprimiéndole o luchando con él) no es lo que se necesita para negociar con Ereshkigal. Adoptar actitudes heroicas con ella no sirve de nada. Si intentamos combatir con ella, lo que hará será vengarse con más cólera y más ferocidad que antes.
Finalmente Ninshubar acude a un dios llamado Enki, el abuelo materno de Inanna, conocido como el dios del agua y de la sabiduría; flexible y comprensivo, Enki entiende las leyes de los infiernos. En algunas versiones del mito se lo presenta como bisexual, macho y hembra a la vez, capaz de ser dura, pero también flexible y adaptable. Enki accede a hacer todo lo posible por rescatar a Inanna. Con la tierra que saca de debajo de las uñas modela dos figuritas, las "Plañideras", unas minúsculas criaturas andróginas, tan insignificantes que pasan inadvertidas. Tras haberles susurrado algún consejo, Enki las envía al averno para rescatar a Inanna. Parece increíble que esas figurillas insignificantes sean capaces de negociar con la poderosa Ereshkigal, pero su pequeñez les permite infiltrarse, inadvertidas, en el mundo subterráneo. Como los secuaces de Ereshkigal no las descubren, no se ven sometidas a la prueba de desnudarse como le pasó a Inanna. Silenciosamente, las diminutas Plañideras se aproximan a Ereshkigal y a Inanna. Por más que hayan ido allí a rescatarla, no hacen el menor caso de Inanna y se concentran primero en Ereshkigal. En vez de increparla por haber dado muerte a Inanna, empiezan a compadecerse de la propia Ereshkigal, a simpatizar con la diosa de las tinieblas. Atormentada por los dolores, Ereshkigal se queja de su destino:
- ¡Desdichada de mi, pobres mis entrañas! -
gime, y las Plañideras se compadecen de ella:
- Si, oh tú que suspiras, tú eres nuestra
reina. ¡Desdichadas tus entrañas!
Después, puesto que le enferma ser la
diosa de los infiernos, Ereshkigal clama:
- ¡Desdicha de mi, desdichado mi entorno!
- Si, oh tú la que clamas, tú eres nuestra
reina -le responden- ¡Desdichado tu entorno!
De acuerdo con los principios, tan actuales, de la terapia rogeriana, las Plañideras devuelven a Ereshkigal, como un espejo, la imagen de lo que siente. Al hacerlo, consiguen que sus quejas y gemidos se conviertan en una especie de plegaria o letanía Enki ha enseñado a las Plañideras a afirmar la fuerza vital, por más que ésta se revele a través del dolor y del sufrimiento. Hasta la negatividad y en las tinieblas hay algo a lo que se puede redimir. Ereshkigal se queda atónita. Es la primera vez que alguien le rinde homenaje de esa manera. La mayoría de las personas se pasan la vida intentando olvidar el dolor, la oscuridad, todo lo que Ereshkigal representa. Pero las Plañideras la han aceptado, le han concedido generosamente el derecho de gemir y de quejarse. Lo que de hecho están diciéndole es:
De acuerdo con los principios, tan actuales, de la terapia rogeriana, las Plañideras devuelven a Ereshkigal, como un espejo, la imagen de lo que siente. Al hacerlo, consiguen que sus quejas y gemidos se conviertan en una especie de plegaria o letanía Enki ha enseñado a las Plañideras a afirmar la fuerza vital, por más que ésta se revele a través del dolor y del sufrimiento. Hasta la negatividad y en las tinieblas hay algo a lo que se puede redimir. Ereshkigal se queda atónita. Es la primera vez que alguien le rinde homenaje de esa manera. La mayoría de las personas se pasan la vida intentando olvidar el dolor, la oscuridad, todo lo que Ereshkigal representa. Pero las Plañideras la han aceptado, le han concedido generosamente el derecho de gemir y de quejarse. Lo que de hecho están diciéndole es:
- Tienes derecho a ser como eres. Puedes seguir
quejándote todo lo que quieras; nosotras seguimos aceptándote.
Agradecida por ese reconocimiento, Ereshkigal quiere recompensar a las Plañideras y les ofrece cualquier don que le pidan. Cuando le solicitan el retorno de Inanna, Ereshkigal accede, infunde nueva vida a su hermana, y la reina de los cielos, revivida, queda en libertad de regresar al mundo de lo cotidiano. Con frecuencia los Tránsitos de Plutón simbolizan un enfrentamiento con Ereshkigal, una época en que tenemos que "descender al pozo" para enfrentarnos con todo lo que hay de doloroso, aborrecible o feo en nosotros mismos. Los Tránsitos de Plutón pueden traernos una profunda desesperación; todo es terrible, la vida no ofrece esperanza alguna. Quizás aquellos a quienes creíamos importarles nos han abandonado, los ideales nos parecen vacíos y muertos.Lo que antes daba sentido y sustancia a la vida ya no significa nada. Pero el mito nos enseña la forma de afrontar estos estados. Las Plañideras de Enki son la clave, la manera de reaccionar que puede ayudarnos a salir de las tinieblas del submundo cuando nos encontramos allí atascados. De la misma manera que las Plañideras de Enki aceptan a Ereshkigal, también nosotros podemos aprender a aceptar la depresión, la oscuridad, la muerte y la decadencia como parte de la vida, como parte de la gran ronda de la naturaleza. Es necesario que estemos dispuestos a adentrarnos en nuestra depresión y en nuestro dolor, a explorarlos, a sentirlos y a esperar que se vayan. Necesitamos tener permiso para sufrir, llorar y enojarnos por lo que hemos perdido, no sólo por las personas y las cosas, sino también por las fases de nuestra vida que hemos dejado atrás y por los ideales que ya nos sirven. La aceptación es lo que permite que funcione la magia sanadora. Sólo cuando honremos y reverenciemos a Ereshkigal como la deidad que es por derecho propio, como lo es Inanna, sólo entonces podremos volver a nuestro mundo. Ésta es la lección que nos enseña Enki, es su forma de ayudarnos a pasar los Tránsitos difíciles de Plutón y de hacernos volver de los infiernos a una vida y una esperanza nuevas. El cuento terminó con un giro interesante. Existe la norma de que si a uno lo liberan del infierno, tiene que encontrar a alguien que ocupe su lugar. Cuando Inanna vuelve a su mundo, busca a su consorte Tammuz, que no la ayudó mientras ella estaba allá abajo, y le dice:
Agradecida por ese reconocimiento, Ereshkigal quiere recompensar a las Plañideras y les ofrece cualquier don que le pidan. Cuando le solicitan el retorno de Inanna, Ereshkigal accede, infunde nueva vida a su hermana, y la reina de los cielos, revivida, queda en libertad de regresar al mundo de lo cotidiano. Con frecuencia los Tránsitos de Plutón simbolizan un enfrentamiento con Ereshkigal, una época en que tenemos que "descender al pozo" para enfrentarnos con todo lo que hay de doloroso, aborrecible o feo en nosotros mismos. Los Tránsitos de Plutón pueden traernos una profunda desesperación; todo es terrible, la vida no ofrece esperanza alguna. Quizás aquellos a quienes creíamos importarles nos han abandonado, los ideales nos parecen vacíos y muertos.Lo que antes daba sentido y sustancia a la vida ya no significa nada. Pero el mito nos enseña la forma de afrontar estos estados. Las Plañideras de Enki son la clave, la manera de reaccionar que puede ayudarnos a salir de las tinieblas del submundo cuando nos encontramos allí atascados. De la misma manera que las Plañideras de Enki aceptan a Ereshkigal, también nosotros podemos aprender a aceptar la depresión, la oscuridad, la muerte y la decadencia como parte de la vida, como parte de la gran ronda de la naturaleza. Es necesario que estemos dispuestos a adentrarnos en nuestra depresión y en nuestro dolor, a explorarlos, a sentirlos y a esperar que se vayan. Necesitamos tener permiso para sufrir, llorar y enojarnos por lo que hemos perdido, no sólo por las personas y las cosas, sino también por las fases de nuestra vida que hemos dejado atrás y por los ideales que ya nos sirven. La aceptación es lo que permite que funcione la magia sanadora. Sólo cuando honremos y reverenciemos a Ereshkigal como la deidad que es por derecho propio, como lo es Inanna, sólo entonces podremos volver a nuestro mundo. Ésta es la lección que nos enseña Enki, es su forma de ayudarnos a pasar los Tránsitos difíciles de Plutón y de hacernos volver de los infiernos a una vida y una esperanza nuevas. El cuento terminó con un giro interesante. Existe la norma de que si a uno lo liberan del infierno, tiene que encontrar a alguien que ocupe su lugar. Cuando Inanna vuelve a su mundo, busca a su consorte Tammuz, que no la ayudó mientras ella estaba allá abajo, y le dice:
- Ahora es tu turno, debes reemplazarme en el
reino de Ereshkigal.
Si un componente de una sistema cambia, todo el sistema tendrá que modificarse para poder seguir funcionando de la forma apropiada. Si en una relación una persona pasa por un cambio psicológico importante, a menos que la otra también cambie, la relación corre el peligro de desintegrarse por completo. A Inanna la despojaron de todo lo que había dado su identidad y la dieron por muerta, pero ella volvió a levantarse, renovada. La única forma en que podemos descubrir si somos capaces de sobrevivir a la muerte de nuestro propio yo es pasar por la muerte de nuestro propio yo. Cuando nos despojan de todo aquello que creíamos ser, descubrimos una parte de nosotros que sigue estando ahí: ese aspecto de nuestro ser que es eterno e indestructible. Cuando nos despojan de aquello que considerábamos nuestra base y nuestro apoyo, encontramos lo que realmente nos da sostén y apoyo. Tal es el don de Plutón, el don de Ereshkigal.
Si un componente de una sistema cambia, todo el sistema tendrá que modificarse para poder seguir funcionando de la forma apropiada. Si en una relación una persona pasa por un cambio psicológico importante, a menos que la otra también cambie, la relación corre el peligro de desintegrarse por completo. A Inanna la despojaron de todo lo que había dado su identidad y la dieron por muerta, pero ella volvió a levantarse, renovada. La única forma en que podemos descubrir si somos capaces de sobrevivir a la muerte de nuestro propio yo es pasar por la muerte de nuestro propio yo. Cuando nos despojan de todo aquello que creíamos ser, descubrimos una parte de nosotros que sigue estando ahí: ese aspecto de nuestro ser que es eterno e indestructible. Cuando nos despojan de aquello que considerábamos nuestra base y nuestro apoyo, encontramos lo que realmente nos da sostén y apoyo. Tal es el don de Plutón, el don de Ereshkigal.
Plutón y las luchas de poder:
Allí por donde transita en el mapa,
nuestra identidad está en peligro de ser destruida por mediación de los asuntos
de esa Casa o del principio simbolizado por el planeta con que Plutón esté en
aspecto por Tránsito. El yo, cuyo principal deseo es mantenerse, intenta
resistirse a la destrucción procurando ejercitar su poder y su control en ese
dominio de la vida. Por ejemplo, si Plutón transita por la 7, es probable que
tengamos miedo de que nuestra pareja haga algo que para nosotros sea demasiado
difícil de manejar y que de alguna manera ponga en peligro la relación, por
eso, en un intento de mantener a raya las dificultades, intentamos controlar a
la otra persona o a la relación como tal. Abrigamos la esperanza de que al dominar
o manipular al otro (con frecuencia, valiéndose de la culpa) podamos evitar el
desastre. Pero en última instancia, eso no funciona. Nos gusta o no, Plutón
encontrará la manera de obligarnos a cambiar en ese ámbito de la vida, lo cual
no significa necesariamente el fin de la relación, pero es probable que
tengamos que alterarla en alguna medida, o que nos vemos obligados a encarar
algunos de nuestros peores miedos en ese dominio de la vida. Como regla
general, las luchas de poder son comunes en cualquier Casa por donde transite
Plutón, o en relación con cualquier planeta con que éste forme un aspecto por
Tránsito. Estos conflictos pueden estar motivados no solamente por el deseo de
autopreservación del yo (como antes explicamos), sino también por una necesidad,
de parte nuestra, de fortalecer, afirmar y definir más muestra identidad
enfrentándonos con otra persona o con un grupo que adopta una posición
diferente de la nuestra. Por consiguiente, si Plutón está por la 3, o forma
aspecto con Mercurio, son probables las peleas con hermanos y vecinos. Si
transita por la 10 o está en aspecto con Saturno, las luchas de poder pueden
darse con figuras de autoridad como el gobierno, un jefe o los padres.
Visión general de los Tránsitos de Plutón
Incluso cuando el aspecto que forma Plutón en Transito es un Trígono o un Sextil, es posible que no nos lo pasemos bien. Estos Tránsitos pueden conmocionarnos tanto como los que generan los aspectos tensionados. En términos generales, sin embargo, con los aspectos fluidos es probable que estamos más en contacto con la parte de nosotros que reclama un cambio o un renacimiento y, por consiguiente, que ofrezcamos menos resistencia a lo que tiene que ocurrir. Debido a la lentitud de su movimiento y de sus retrograciones periódicas, cualquier Tránsito durará entre dos o tres años, y a veces más. Las personas sensibles pueden percibir sus reverberaciones desde que Plutón está a unos cuatro o cinco grados del aspecto exacto. A medida que Plutón se acerca, se va montando la escena para los cambios o avances necesarios. Después del aspecto exacto, el planeta volverá a cambiar de dirección, y el movimiento retrógrado puede marcar una época en que el proceso iniciado se haga más lento y nos sintamos de alguna manera atascados o inmovilizados. Finalmente, cuando Plutón retoma el movimiento directo y forma por tercera vez el aspecto, el proceso avanza hacia alguna forma de resolución. Por regla general, los Tránsitos de Plutón suelen mostrar dos etapas diferentes: en la primera mitad se las arregla de alguna manera para pulverizarnos, y la segunda es la fase de reconstrucción. O también podríamos decir que la primera mitad es el descenso al reino de Ereshkigal, y la segunda representa el retorno desde aquel lugar, enriquecidos y renovados -eso esperamos- como resultado de lo que nos ha aportado la experiencia. Los Tránsitos plutonianos nos enfrentan con la necesidad de terminar con lo viejo, de superar capítulos de la vida. Ellos nos dicen que "demos paso" y, si no queremos, a menudo nos vemos obligados a dar paso mediante el sufrimiento. Estos Tránsitos franquean recursos y energías interiores previamente ocultos u olvidados, eliminando viejas formas en la superficie de la vida. Los Tránsitos plutonianos no sólo sumergen una parte nuestra o hacen que algo desaparezca por completo, sino que también pueden hacer volver a nuestra vida personas, sentimientos, actividades o aspectos de nuestra naturaleza que habían estado largo tiempo ausentes. En otras palabras, estos Tránsitos tienen el poder de arrancar la vieja cáscara a fin de revelar la esencia del ser interior y de la espontánea creatividad, la alegría y la libertad. Podrán ayudarnos a experimentar la clase de energía y aptitudes espontáneas que sentíamos y activábamos cuando éramos jóvenes, antes de quedar sepultados bajo el peso de pautas culturales o bajo los vellos del karma. Después de un Tránsito plutoniano, ya todo despejado, podremos experimentar nuevamente nuestra naturaleza esencial y empezar a expresarla. Los Tránsitos plutonianos se sienten, de hecho, a menudo, como un exorcismo o una forma de cirugía (física, emocional, mental y espiritual) en la que alguna parte de nosotros es quitada o cambiada radicalmente, tienen el poder de ponernos en contacto con el poder seminal que está dentro de nosotros, con las experiencias de vida en su forma más intensa, concentrada y rígida, y con nuestra naturaleza esencial y nuestras posibilidades positivas en su estado más puro. Y, mientras ocurre todo esto, al fin caen o se rechazan los "viejos cascarones" de las pautas consuetudinarias emocionales o mentales. (Howard Sasportas "Los Dioses del Cambio").
El arquetipo propio de este tránsito es iniciar
nuevas acciones y propósitos, como un reflejo del comienzo de un nuevo ciclo en
el desarrollo evolutivo. Se trata de un periodo que va acompañado generalmente
de una crisis de identidad, en cuanto el nativo va sintiendo apremios en su
interior por liberarse de un pasado que le encadena, o que percibe como algo
que impide su crecimiento. Por supuesto, el pasado representa para él lo
conocido, un factor de seguridad. Este impulso evolutivo actúa ahora sobre una
base muy instintiva. Profundos deseos de liberación impactan la conciencia
individual, sin llegar a concretarse en pensamientos claros, de modo que el
nativo no puede saber realmente a dónde le llevarán estos impulsos apremiantes.
Algunos van a sentir temor frente a ellos, por cuanto parecen amenazar la
realidad existente y los fundamentos de su vida. Ningún análisis racional podrá
venir a darles respuestas y, de hecho, un análisis de este tipo más bien
vendría a interferir el proceso. La clave para enfrentarse positivamente a
estos impulsos está sencillamente en dejarse ir, siguiendo los mismos
instintos. Si todo está bien a un nivel visceral, sin que sepamos porqué,
debemos dejar que se manifieste el apremio para ver donde nos lleva. Pero si a
nivel visceral no funciona será mejor no dejarse llevar. La comprensión vendrá
posteriormente a los hechos mismos. De esta forma siguiendo los impulsos e
instintos internos la persona llegará a conocer nuevos caminos y experiencias
que permitirán desarrollar nuevas dimensiones de la personalidad. Una reacción
frecuente a este proceso adopta la forma de ira, ansiedad, inquietud e
impaciencia. Aquí el nativo puede proyectar de un modo inapropiado estos
sentimientos sobre otros o sobre situaciones concretas que sean percibidas por
él como obstáculos para su crecimiento. O bien puede enfadarse consigo mismo
por las situaciones autogeneradas que le llevan ahora a un sentimiento de
contención y confinamiento. La ira puede manifestarse sin razón aparente, ya
que antes fue reprimida en esta vida o en otras anteriores. No resulta extraño,
en el curso de este proceso evolutivo, atraer circunstancias hacia uno mismo
que provoquen ira, o atraer a otras personas que de pronto manifiesten
reacciones coléricas hacia el nativo sin razón aparente. Cuando esto ocurre, la
causa más común está en el karma residual o no resuelto, con las personas
involucradas en tales relaciones. Con un enfoque evolutivo, estas
circunstancias o condiciones van a crear una oportunidad para que el individuo
pueda llegar a inferir y conocer las razones de su ira, ofreciéndole la
posibilidad de erradicarla de su mente. Además, hay también una oportunidad
kármica en el sentido de resolver antiguos embrollos en los cuales la ira fue
proyectada o recibida en relación con otras personas. En los peores casos,
puede aparecer la violencia física, de modo que el individuo puede atacar a
alguien o ser víctima de un ataque. Si así ocurre, este tipo de situación
estará vinculado a alguna clase de karma residual originado en acciones
pasadas. Durante este proceso frecuentemente aparecen problemas de relación,
tanto en lo que concierne a las relaciones íntimas como a los contactos de tipo
casual. Dichos conflictos se producen siempre cuando la relación entorpece el
crecimiento del individuo, y no resulta extraño cuando éste se muestra temeroso
y resistente al cambio que le induce a nuevas acciones y propósitos para llegar
a una posición independiente y al autoconocimiento, que una pareja, amigo
íntimo o padre del sujeto induzca confrontaciones que muevan a éste a romper,
tornándose más independiente y autoafirmado. Hay otros casos en los que una
pareja puede dejarle o incluso morir, para inducir el necesario proceso de
crecimiento. Por otra parte, si el nativo desea liberarse conscientemente, de
una u otra forma, pero percibe a su pareja, amigo o padre como alguien que le
retiene, entonces él mismo se encargará de inducir las confrontaciones que le
llevarán a un probable rompimiento. Si la relación no impide el crecimiento, es
cosa del individuo el saber dar paso a los impulsos y deseos que considera
correctos y que así se manifiestan a un nivel visceral. Incluso algunos
establecerán relaciones con parejas o amigos que les alentarán hacia ese
proceso. Pero también puede darse que el proceso promueva para el nativo la
experiencia de ser "golpeado" por otros, que lo encuentran atractivo
o instigador. En algunos casos amigos y amantes del pasado pueden emerger
nuevamente en la vida del sujeto para producir reacciones emotivas,
intelectuales, físicas o espirituales que le lleven a nuevos descubrimientos en
cuanto a sus dinámicas y necesidades internas. (Howard Sasportas "Los
Dioses del Cambio").
Existen variadas razones por las cuales el
individuo puede tener la sensación de ser "golpeado" por otros que
muestran interés y atracción hacia él. Así, por ejemplo, podrá sentir que algo
falta dentro de una relación dada, y la experiencia interna de esa carencia
creará una vibración interior que luego será proyectada hacia el entorno del
nativo. Como si echara un anzuelo, este individuo va a atraer a otros que
reflejarán los deseos y necesidades que no están siendo satisfechos dentro de
su relación existente. Si él siente un impulso visceral en cuanto a dejarse
llevar por esta atracción, entonces debería ser honesto y poner en conocimiento
de su pareja actual esta situación para evitar la creación de karma negativo
como sería de esperar. Si el nativo no está comprometido con nadie, la clave
será sencillamente "ir a por ello", siempre y cuando perciba que la
atracción visceral es correcta. La duración de este tipo de enlaces no tiene
importancia, ya que lo que cuenta es la calidad de la experiencia, dentro de la
cual pueden promoverse nuevos descubrimientos y autoconocimiento. Por otra
parte, si el nativo ha establecido ya una relación que considera correcta en
cuanto que le aporta el necesario crecimiento, este tipo de experiencia puede
servirle como una prueba para conocer su capacidad para mantener el compromiso
existente, o también puede serle útil para dar por terminado antiguos asuntos
relacionados con otras personas que ellos mismos han conocido a lo largo de sus
vidas individuales. De nuevo, son muy variadas las razones para llegar a una
situación de este tipo, y una descripción exhaustiva del conjunto de las
dinámicas kármicas evolutivas serán necesarias en cada caso para comprender el
porqué se está produciendo una situación y lo que se debe hacer respecto a
ella. También pueden aparecer confrontaciones de tipo sexual y otras
dificultades durante este proceso evolutivo. Normalmente, la actividad sexual
del individuo se ve intensificada durante este período. Algunos experimentarán
limitaciones sexuales o conflictos en las relaciones ya existentes, los cuales
pueden llevarles a verse atraídos por otras personas a quienes perciben como
capaces de saciar sus necesidades insatisfechas. En otros casos, este proceso
puede producir atracciones de tipo hipnótico o instintivo sexual, o bien el
nativo puede ejercer este género de atracción hacia otros. Dichas atracciones
pueden ser muy compulsivas y algunos harán nuevos descubrimientos sobre la
naturaleza de su sexualidad. En general, durante este período puede darse una
metamorfosis de la identidad sexual, y las nuevas experiencias, orientaciones o
expresiones de la naturaleza sexual del individuo y de su propia identidad, le
permitirán el acceso a nuevas dimensiones de su autoconocimiento, proceso que
puede resultar muy positivo si el nativo sigue los nuevos derroteros. Algunos
problemas físicos pueden presentarse igualmente en el curso de este proceso
evolutivo, manifestándose a través de las glándulas suprarrenales, los
músculos, la sangre (toxicidad y desequilibrio entre glóbulos blancos y rojos),
cabeza, intestino, colon, hígado, próstata, cerviz, vientre, ovarios y los
chacras inferiores. También puede darse el caso de accidentes que desencadenen
problemas físicos. Detrás de todos estos problemas físicos subyace la necesidad
de examinar aquello que impide el propio crecimiento y dar los pasos necesarios
para superarlo. Al hacerlo, la salud podrá recuperarse nuevamente. El punto es
que el cuerpo ha manifestado un conflicto cuyo origen verdadero reside en la
estructura y la realidad psíquica existente en el individuo. Esta clase de
problemática sólo aparece cuando el sujeto manifiesta resistencia respecto a
los cambios indispensables en su vida. Eventualmente, alguno de los problemas
antes mencionados va a afectar a una persona cercana al nativo, y cuando esto
sucede, el individuo se ve impelido a aprender esta lección a través de la otra
persona, al presenciar los efectos de la resistencia a un cambio necesario.
Cualquiera que sean los hechos concretos asociados con Plutón, cuando éste
transita a través de la Casa 1, la mayoría de gente va a sentirse ansiosa,
inquieta e impaciente, porque presienten que hay algo nuevo que debe irrumpir
en su existencia. ¿De qué se trata?, es una pregunta que puede generar un temor
interno de no encontrar "aquello" que debe sobrevenir. Nuevamente la
clave está en seguir los propios impulsos instintivos. "Aquello" será
descubierto de esta manera. En todos los casos, estas nuevas orientaciones,
impulsos e instintos estarán ligados a la dinámica fundamental
kármica/evolutiva descrita en el mapa natal. En general, este proceso evolutivo
representa que el Alma desea iniciar e implantar nuevas direcciones, deseos y
acciones que crearán nuevos pensamientos y orientaciones, así como nuevos
descubrimientos dentro del sujeto. Para algunos, esta dinámica puede implicar
un total rompimiento con el pasado, mientras que para otros puede requerir
simplemente el dejar a un lado algunos aspectos o matices que están ligados a
una forma anterior de reacción, aproximación o actitud. En cada caso, este
proceso va a generar una transformación alrededor de algunas áreas de la vida individual,
o de toda la existencia en su conjunto. (Jeff Green "Plutón).
Plutón en Tránsito en Casa 2 ♉️ Cuando Plutón transita por la Casa 2,
exteriorizamos cambios en el dominio de la vida que se asocia con el dinero,
las posesiones materiales y los valores. En el nivel más obvio, esto puede
significar un cambio en nuestros ingresos. Plutón en Tránsito por esta Casa
quizá coincide con la pérdida de un trabajo, y es posible que tengamos que
enfrentarnos al terror y la preocupación de si habrá suficiente para comer o si
nos alcanzará el dinero para pagar el alquiler. Esta situación hará aflorar a
la superficie miedos infantiles, en particular el terror que sentíamos de que
nuestra madre no pudiera proporcionarnos lo necesario para sobrevivir. Aunque
sea una época dura de afrontar, el hecho de perder la identidad que derivamos
de nuestro trabajo nos obliga a redefinirnos: nos da la oportunidad de
encontrar un sentimiento interno de valor, que no depende de cuánto sea el
poder que tengamos ni de la cantidad de dinero que llevemos cada mes a casa.
Las personas que encuentran este sentimiento interno del propio valor alcanzan
una fuerza interior y una ecuanimidad que dependen del mundo externo, sino que
se basan en una mejor estimación de quiénes son ellas en realidad y qué es lo
que realmente necesitan. En algunos casos, la pérdida de un trabajo prepara el
camino para el descubrimiento de otro, que quizás esté más en la linea de lo
que realmente queremos hacer. Sin embargo, recortar nuestros ingresos no es la única
manera de actuar de Plutón en la Casa 2, hay personas que durante este Tránsito
aumentan sus ingresos, y como resultado de ello obtuvieron un nuevo sentimiento
de identidad, de potencia y del propio valor.
En un nivel más profundo, la Casa 2 hace referencia a nuestro sentido de
los valores, y cuando Plutón transita por ella, es posible que estos últimos
cambien. Si el dinero y la seguridad siempre han primado, para nosotros, por
encima de todo lo demás, durante este periodo podemos descubrir valores de muy
distinta naturaleza. En algunos casos hay personas que que han optado por dejar
su trabajo y dedicarse a una ocupación en la que ganan menos, pero que les
ofrece mayor satisfacción y hace que se sientan más realizadas. También lo
inverso es válido, sin embargo: encontrarse ahora, por primera vez en su vida,
excesivamente preocupados por estas cosas, también hay casos en que una persona
emprende una actividad o un negocio que no vale gran cosa y lo transforma en
algo de gran valor. Plutón nos hace mirar más en profundidad cualquier Casa por
donde transite, y en la 2 nos pide que examinemos qué significan realmente para
nosotros el dinero y las posesiones. Si buscamos apasionadamente la riqueza,
preguntémonos por qué. ¿Estamos acumulando dinero y posesiones para compensar
la falta de amor o seguridad de nuestra niñez y demostrar al mundo qué valiosos
somos? ¿Es que la vemos como un medio de controlar a los demás? Si
continuamente fracasamos en nuestros intentos de hacer dinero y de encontrar
seguridad en la vida, debemos investigar el por qué. ¿Hay en nosotros una parte
que nos nos crea lo suficientemente valiosos o buenos para alcanzar lo que
queremos? En este caso, es necesario que investiguemos por qué tenemos una
opinión tan pobre de nosotros mismos. ¿O nos da miedo provocar la cólera y la
envidia ajenas si alcanzamos el éxito? Hacernos este tipo de preguntas cuando
Plutón transita por la Casa 2 nos ayudará a entender más en profundidad los
problemas que tengamos con el dinero.Plutón remueve los miedos, y cuando pasa
por la Casa 2 podemos sentirnos obsesionados por el temor de que suceda algo
que nos despoje de nuestro trabajo, nuestro dinero u otras posesiones. En
ciertos casos hay quien efectivamente lo pierde todo bajo la influencia de este
Tránsito, y quizá Plutón le esté reclamando que descubra una sentido nuevo de
si mismo, del verdadera fundamento de su ser, que no depende de su status
material. Puede suceder que provoquemos inconscientemente una catástrofe de
estas características para poder hallar un sentimiento nuevo y más perdurable
del valor y de la seguridad. (Howard Sasportas "Los Dioses del
Cambio").
El tema o arquetipo de este proceso evolutivo
se basa ahora en la metamorfosis que el individuo va a experimentar en cuanto a
su relación consigo mismo y consecuentemente con los demás. Además, el proceso
promoverá una revaluación fundamental del sistema de valores del nativo. El
impulso evolutivo que induce a este proceso es el de un intenso autoexamen. A
través de la confrontación interior, el individuo puede transformar y eliminar
sus propias formas existentes de autopercepción y las valoraciones en que éstas
se fundamentan. A causa de ello, es frecuente que el nativo experimente un
"irse abajo", una pérdida de significado personal. Su vida no significará
para él lo que antes representaba, y el sentimiento interior de significado
personal va a cambiar también. Este sentimiento está directamente ligado a la
manera como uno se relaciona consigo mismo, por lo cual este proceso implica
toda una confrontación por parte del individuo de su propio sistema de valores,
a fin de evolucionar y crecer en nuevos senderos: relacionarse consigo mismo de
una forma nueva y, al hacerlo, se relaciona también con los demás de otra
manera. El grado de intensidad del conflicto, resistencia y confrontación
relacionados con este proceso dependerán de la naturaleza global del individuo,
reflejada en su aceptación o no aceptación del cambio. Si la naturaleza y
valoraciones individuales son relativamente fijas, la resistencia podrá ser lo
bastante fuerte respecto a este proceso evolutivo, pero si su naturaleza es
relativamente abierta o mutable, la resistencia será menos severa. Una pista
sencilla en este sentido nos la ofrece la ubicación por Signo y Casa del
planeta Venus en el mapa natal junto con sus aspectos; otras indicaciones
adicionales las darán los planetas regentes de la Casa 2 y la Casa 7
(Cúspides). El proceso promueve también una situación evolutiva en la cual el
individuo puede tomar conciencia de nuevos recursos personales desde su
interior, que pueden ser utilizados para establecer bien sea una nueva forma de
vivir o para renovar y dar nuevas expresiones a las formas ya habituales de
vida. En el primer caso, el nativo irá encontrando cada vez mayor dificultad en
su forma actual de vida. La pérdida de relación o de significado inducirá las
necesarias confrontaciones para que nuevos recursos y valores emerjan en su
conciencia. En el segundo de los casos, se darán dos situaciones: el nativo es
aún capaz de encontrar significado, valor y relación en su vida actual o siente
la necesidad y el deseo interno de expandirse y renovar la expresión y
orientación de su vida, a fin de reflejar con ello nuevas dimensiones de su ser
que están surgiendo ahora en su propia comprensión consciente. En cualquier
caso, la experiencia del confinamiento o la limitación interna y externa va a
promover este desarrollo. Para algunos, este proceso implicará un traslado
forzoso o un agotamiento de los recursos existentes, dinero y posesiones, o
bien la pérdida de una situación que estaba dándoles el sustento físico, bien
se trate de un trabajo, una relación matrimonial o de amistad, etcétera. Tales
circunstancias acontecen en base a la necesidad de generar nuevos valores y
formas de relacionarse consigo mismo y con los demás. Estas experiencias van a
reforzar por otra parte las lecciones evolutivas de autoconfianza,
autosatisfacción y autosuficiencia. En casos como estos, el shock emocional
inducido por la pérdida induce o refuerza la actitud de autoexamen, a fin de
determinar las causas y dinámicas que han llevado a estas situaciones. Hay
casos en que se hará presente un elemento de retribución kármica. Tales shocks
promueven a un aislamiento interior y, sobre una base gradual, el individuo no
puede encontrar ya significado o relación en aquello que ha perdido. Bajo este
aislamiento interno, el nativo debe aprender a responder creando nuevos valores
y formas de relacionarse consigo mismo y con los otros, para dar paso a un
nuevo sentimiento del significado personal y a nuevas valoraciones. De alguna
manera, nuevos recursos personales pueden emerger, con los que el individuo
podrá desarrollar un significado diferente en cuanto a su autosostenimiento,
sobre un plano físico y emocional. Desde un enfoque kármico, esta situación se
asocia por lo común con un uso inadecuado, abuso o manipulación de los propios
recursos o los de otros. En algunos casos, se asocia también con un bloqueo o
rechazo a las necesidades, capacidades o talentos internos, que no se han
puesto en práctica. De este modo, el forzoso traslado no permite otra
alternativa que buscar el desarrollo y creación de nuevas valoraciones que le
lleven a una reorientación del significado y la relación personal, lo cual
incidirá a su vez en nuevas formas de relacionarse con los demás y permitirá
actualizar potenciales latentes junto con deseos, necesidades y destrezas que
promueven un nuevo significado a la vida. En otros casos, he visto algunos
nativos que han recogido la recompensa por esfuerzos previos realizados en una
área o aspecto concreto de su existencia. Incluso algunos pueden recibir la
recompensa por acciones de vidas pasadas, las cuales llegan bajo la apariencia
de dinero, bienes o reconocimiento por parte de otros como una valoración a lo
que el nativo ha estado haciendo. A su modo, esta situación promueve también
una nueva evaluación interna y un autoexamen, puesto que el nativo debe
aprender a dar significado a estas nuevas condiciones. De esta forma, estarán
aprendiendo a relacionarse consigo mismo y con los demás bajo una nueva
perspectiva, debido precisamente a estas situaciones nuevas. Los problemas
físicos que pueden presentarse durante este proceso evolutivo están vinculados
generalmente con los riñones, la parte baja de la espalda, la función
psicológica de la audición, que puede manifestarse como una disfunción física
del oído y su estructura, dificultades de tipo circulatorio en venas o
arterias, piedras en los riñones, vejiga, conducto urinario, quistes en ovarios
y alteraciones en los niveles de hormonas como estrógeno y progesterona,
dolores de cabeza causados por residuos tóxicos en los riñones y dolencias
asociadas con el chacra cardíaco. En general, este proceso representa que el
Alma desea transformar los sistemas de valores ya existentes, a través de los
cuales el nativo da un significado personal a su vida. Es tiempo para él de
eliminar todos los esquemas caducos de valoración, las posesiones y formas de
relacionarse consigo mismo y con otros, para dar paso a un nuevo esquema y
manifestar nuevas valoraciones. Al permitir que se vacíe el pozo del pasado,
podrá llenarse el recipiente del futuro. La resistencia al proceso crea no sólo
problemas psicológicos, kármicos y evolutivos, sino también los problemas
fisiológicos ya mencionados, debidos todos al bloqueo. Al superar los bloqueos
psíquicos y emocionales, el nativo se transformará hacia un estado regenerado
de bienestar y vitalidad personal. (Jeff Green "Plutón).
Plutón en Tránsito en Casa 3 ♊️ Cuando transita por la Casa 3, Plutón puede
traer una profundización en el nivel mental, y ésta es buena época para
emprender estudios. Es más, podemos sentirnos urgidos a trascender nuestra
comprensión superficial y a profundizar más en lo esencial de un tema. Para
Plutón, durante este Tránsito, el conocimiento es poder: saber como funciona
algo nos proporciona más poder y mayor dominio sobre ese objeto. Además, no es
probable que olvidemos jamás lo aprendido durante este Tránsito. Como la Casa 3
se refiere también a nuestra relación
con el medio inmediato, es frecuente que Plutón active, al pasar en ella, el
deseo de entender más en profundidad lo que sucede a nuestro alrededor:
intentamos, como detectives, sondear en los motivos ocultos tras las acciones y
el comportamiento de la gente con la que nos relacionamos en la vida diaria.
Además puede volvernos más desconfiados de lo habitual con otras personas. ¿Qué
quieren realmente de nosotros? ¿Qué quieren decir en realidad al hacer o
expresar algo? En los casos extremos, el Tránsito de Plutón por la Casa 3 se
correlaciona literalmente con un colapso mental o con un largo periodo de
estrés y tendencias paranoicas o depresivas. Plutón nos lleva al submundo por
la vía de la Casa por donde transita, y bajo la influencia de este Tránsito
afloran a la superficie sentimientos y pensamientos hasta este momento ocultos
o reprimidos. La mente, abrumada por emociones y miedos profundos y primitivos,
no es capaz de funcionar normalmente. Si se la entiende más positivamente, la
erupción de complejos inconscientes en la conciencia es una ocasión de empezar
a trabajar de forma constructiva con los pensamientos y sentimientos que hasta
ahora hemos negado, impidiéndoles aflorar. Quizá no logremos purificarnos
totalmente de estos "demonios" psíquicos, pero al reconocer su
presencia y su origen hemos dado el primer paso para encararlos y llegar a un
acuerdo con ellos. El Tránsito de Plutón en la Casa 3 también afecta a la
comunicación, la actividad de escribir y la enseñanza, de modo que cultivar
cualquier capacidad latente en estos terrenos o encontrar maneras de mejorar
nuestra capacidad para comunicarnos y relacionarnos con los demás será dar un
buen uso a este Tránsito. Quizá nos impacienten más que de costumbre las
charlas triviales, y queramos llegar inmediatamente al núcleo del asunto, y
hablar en profundidad con otras personas de lo que realmente nos preocupa.
Podemos ser más sinceros con quienes forman nuestro medio inmediato. A la
inversa, es probable que algunas personas lo experimentan como una inhibición o
interferencia temporal de su capacidad de comunicarse fácil y abiertamente.
Para esto hay diversas razones: quizá lo que sentimos o pensamos sea tan intimo
que se nos haga difícil expresarlo en palabras, o puede ser que nos asuste
revelar nuestros pensamientos más íntimos, porque nos avergüenza su intensidad
o nos asusta lo que podrían pensar los demás si realmente supieran lo que
estamos pensando. Tal vez el temor de que descubrirnos demasiado nos deje a
merced de otros haga que nos guardemos cuidadosamente nuestros pensamientos. Si
tal es el caso, puede ser útil que durante este Tránsito llevemos un diario que
nos permita expresar de manera segura lo que sentimos. O también podemos buscar
un psicoterapeuta con quien podamos expresarnos libremente. Si en este momento
no encontramos a ninguna de estas canalizaciones, nuestros sentimientos y
pensamientos se enconarán en nuestro interior y la presión psíquica puede
llegar a provocar una crisis emocional. (Howard Sasportas "Los Dioses del
Cambio").
El tema arquetípico de este proceso evolutivo
hará que el individuo se enfrente a las limitaciones de las estructuras
intelectuales, de su organización y orientación. Así, será preciso examinar la
naturaleza de las opiniones personales y la base de las mismas. En la medida en
que este proceso va creciendo en intensidad, el nativo irá experimentando
gradualmente un estallido interno de sus construcciones intelectuales, sus
conexiones lógicas y orientaciones mentales hacia sí mismo y hacia su entorno.
Tal estallido va acompañado con frecuencia de divergencias de opinión y
discusiones con otras personas a través de la argumentación. A nivel
subconsciente, el nativo atraerá circunstancias y acontecimientos que vendrán a
inducir o reforzar esta necesidad evolutiva, los cuales se asocian con nuevas
relaciones o experiencias que van a desafiar o confrontar las opiniones del
individuo y sus fundamentos, pudiendo también vincularse con personas que le
rodean, que están empezando a reorganizar intelectualmente sus vidas y
cuestionando la base de sus propias opiniones. De esta forma, donde antes había
acuerdo con otros a nivel intelectual, ahora van a presentarse conflictos y
desacuerdos. La causa de todo esto radica en que el nativo debe desarrollar
gradualmente nuevos puntos de vista y expandir sus fronteras intelectuales a
fin de llegar a percibir y vivenciar la vida de una forma nueva. Además, el
proceso tiene lugar para que el individuo pueda eliminar los pensamientos
superficiales y las ideas poco profundas acerca de la naturaleza de las cosas.
Al hacerlo, podrá ir despertando y tomando conciencia de las razones
subyacentes que le han inducido a pensar en la forma en que lo viene haciendo,
lo cual va a promover a su vez la comprensión del porqué ha organizado intelectualmente
la realidad de una forma peculiar. Con ello, llega a una profundización a nivel
mental. Al examinar los fundamentos de sus propias opiniones, orientaciones
mentales y estructuras de su intelecto, el nativo irá pasando progresivamente
por tres etapas. La primera es la necesidad de dejar a un lado abiertamente y
sin reservas ciertas opiniones, puntos de vista y actitudes mentales, o bien
todo un sistema de organización intelectual. Luego la necesidad de reformar o
profundizar en ciertas ideas sobre la naturaleza de la realidad, que aún pueden
ser útiles o importantes, y por último la necesidad de alcanzar nuevas
experiencias que puedan dar paso a otros tipos de conocimientos, ideas e
información. A nivel psicológico, el síntoma común de este proceso será la
sensación de estar agobiado o encerrado intelectualmente, siendo también
frecuentes el hastío y la inquietud intelectual. Por supuesto, este proceso
puede amenazar el sentimiento de seguridad emocional del nativo, ya que éste se
encuentra ligado a sus ideas, opiniones y estructura intelectual, de modo que
un cambio en ellas supone todo un riesgo de inseguridad emotiva interna. Para
algunos, este riesgo va a generar resistencia frente a la necesaria
transformación, y la intensidad de esta resistencia va a determinar a su vez el
grado de confrontación intelectual interno y externo. Los indicadores están
nuevamente asociados a la ubicación de Mercurio en el mapa natal y a la de la
cúspide de la Casa 3, junto con la condición general de su respectivo regente
planetario. Durante este proceso, será necesario introducir nueva información
tomada del entorno individual, permitiendo a la vez que ideas nuevas emerjan
desde dentro hasta la superficie. De esta forma, se harán manifiestas otras
perspectivas, las cuales van a posibilitar al nativo un examen y una
comprensión de los fundamentos de sus creencias y de sus actuales esquemas de
opinión. Puesto que todo ello refleja el deseo de llegar a un conocimiento más
profundo en relación con la naturaleza de la vida, tanto en lo interno como en
lo exterior, no resulta extraño que el individuo se sienta rechazado o se
irrite a causa de opiniones y explicaciones superficiales de otras personas. He
visto a nativos normalmente dóciles irrumpir en toda una diatriba y ataque
intelectual contra otros que ellos perciben ahora como personas superficiales,
carentes de significado o sencillamente estáticos en sus opiniones. Desde
luego, estas manifestaciones externas son un reflejo del estallido interno que
el nativo está viviendo. Para estas personas, una actitud apropiada y bastante
frecuente será la búsqueda de nuevos sistemas de conocimiento con los cuales
construir nuevos fundamentos, para que la necesaria reorganización no se
disperse por completo en distintas direcciones. Ayuda mucho el estudiar o
identificarse con un sistema comprensivo y una disciplina, para que los demás
intereses queden vinculados a esta nueva base que se refleja en dicho sistema.
El peligro es dejarse llevar en varias direcciones simultáneamente debido a la
profunda sed interna de nuevas ideas e información. Tal despilfarro de energía
solo contribuirá a profundizar la crisis intelectual, dado que el nativo se va
a encontrar perdido y confuso en una especie de remolino de ideas y
perspectivas que interfieren y chocan unas con otras. Sobre esta base, puede
ser recomendable al comienzo de este proceso el poner a prueba diversos
sistemas intelectuales que sean nuevos para el nativo, para permitir la
necesaria renovación. Una vez detectado el sistema más idóneo, el individuo
debe identificarse con él para ir creando una base sobre la cual otras ideas e
informaciones puedan tener una perspectiva coherente. Otra actividad favorable
puede ser viajar, en cuanto promueve nuevos esquemas de pensamiento. Cuando se viaja,
el movimiento facilita el cambio de ideas, a través de las nuevas experiencias,
contactos e intercambios con otras personas a lo largo del recorrido. La
necesidad de viajar es así una nota cíclica durante este proceso. Pero viajar
demasiado puede llevar a un efecto de disipación o dispersión, que llevará al
individuo a perder la posibilidad de sentirse centrado. Por el contrario, si no
se viaja o no hay el suficiente movimiento, esto puede causar una
intensificación del estallido interno que acompaña al proceso, llevando a su
vez a una pérdida intelectual y emotiva de perspectiva y enfoque del centro
interno. Es, pues, de una forma cíclica que el individuo sentirá emerger esta
necesidad de exploración interna para descubrir nuevos pensamientos, perspectivas
y orientaciones mentales dentro de sí mismo, sin que le sea necesario moverse
en el plano externo. La clave está en tomar conciencia de estos dos ciclos
naturales a lo largo del proceso, ponerse en movimiento cuando sea necesario y
saber reposar a su debido tiempo para dar lugar a una clarificación interior.
Los problemas físicos que pueden sobrevenir durante este período se asocian con
el sistema nervioso y neuronal, erupciones en la piel, dolencias en la
envoltura pulmonar, garganta y otras asociadas con la cervical y el chacra
tiroideo. En términos globales, este proceso evolutivo promueve la necesidad de
expandir los horizontes intelectuales y eliminar todos aquellos esquemas de
pensamiento y opinión que sean caducos o desfasados. Es un tiempo para
profundizar más allá de los hechos externos para conocer la base nuestras
actitudes y posturas intelectuales. De esta forma, tendremos acceso a un mayor
conocimiento personal y autorealización. (Jeff Green "Plutón).
Plutón en Tránsito en Casa 4 ♋️ El Nadir y la Casa 4 constituyen el fondo
mismo del mapa: cuando Plutón está en Tránsito por esta zona, es el momento de
adentrarse en las profundidades del yo. En cualquier momento de este Tránsito,
pero especialmente cuando el planeta atraviesa el Nadir y entra en la Casa 4,
podemos sentirnos más introvertidos de lo habitual. No hay en ello nada de malo
ni de patológico; estar solos con nosotros mismos en este momento puede ser
necesario para facilitar el tipo de metamorfosis psicológica que anuncia este
Tránsito. El paso de Plutón en el Nadir es una oportunidad de volver a empezar,
un nuevo comienzo en la vida, e incluso si no sentimos la necesidad interior de
cambiar y progresar, los acontecimientos se dispondrán de manera tal que nos
lleven a hacerlo. A la Casa 4 se la conoce tradicionalmente como la "del
hogar, el alma y las raíces del Ser". Representa el hogar y la clase de
actividades que se desarrollan en él, y en un nivel más profundo, describe
también mucho sobre el condicionamiento de nuestra niñez, los efectos que tuvo
sobre nosotros el hogar parental y la forma como han influido en nosotros
nuestros antepasados. Lo que sucede al comienzo de la vida deja en nosotros una
impresión profunda: quizá no tengamos conciencia de ello, pero estas
impresiones de la niñez siguen estando en nosotros e influyendo en la forma en
que percibimos la vida ya bien entrada la edad adulta. En otras palabras, la
forma en que vemos y evaluamos el presente está muy condicionada por nuestros
recuerdos conscientes o inconscientes de lo que nos sucedió en el pasado.
Cuando Plutón transita sobre el Nadir y por la Casa 4, se ponen de manifiesto
los efectos de estos condicionamiento temprano. Se reviven los problemas de la
niñez, ya sea por intermedio de la relación presente con nuestros padres o
mediante la interacción con las personas con quienes tengamos contactos
estrechos durante este periodo. Las creencias y los anunciados vitales
referentes a nosotros mismos que tenemos más profundamente arraigados vienen a
ocupar el primer plano y revelan qué es lo que está actuando en lo más oculto
de nuestro Ser. Si recordamos que las situaciones que hoy atraemos a nuestra
vida son repeticiones de traumas y dificultades del pasado, no sólo
aprenderemos más sobre lo que llevamos dentro, sino que enriqueceremos también
nuestra visión, tanto en perspectiva como en profundidad, de nuestras
circunstancias inmediatas. Llegar al fondo de problemas que se remontan a la
infancia nos hace posible liberarnos de las viejas pautas y lograr algunos
cambios profundos y fundamentales. Hay quien durante este Tránsito se enfrenta
directamente a sus padres, porque sienten la necesidad de decirles "pues
éste soy yo, y si no os gusta, el problema es vuestro". Dicho de otra
manera, se trata de una época en la que es probable que nos separemos
completamente de nuestros padres, definiéndonos como personas por derecho
propio en vez de seguir siendo lo que ellos esperan o quieren que seamos. Sin
embargo, puede darse la situación inversa. Si continuamente hemos rechazados
todo lo que tenga que ver con nuestra familia, rebelándonos contra ella de
forma extrema, este Tránsito puede indicar un cambio en este modelo: quizá nos
demos cuenta de que algunos valores y creencias de ellos coinciden en realidad
con los nuestros. Además de los modelos, tanto ancestrales como de la infancia,
que en estos momentos se ponen de manifiesto a través de crisis, el Tránsito de
Plutón por la Casa 4 coincide con cambios y conmociones en el ámbito doméstico.
Si nos mudamos de casa, es probable que la mudanza afecte de forma importante
la totalidad de nuestra vida. Es posible que durante este Tránsito nos
compremos por primera vez una casa, o que nos embarquemos en reformas
importantes en el lugar donde ya vivimos. Estas alteraciones externas reflejan
cambios internos de naturaleza psicológica. Este Tránsito puede indicar también
cambios importantes en la vida de las personas con quien convivimos. La forma
exacta en que esto se manifieste depende de los emplazamientos natales en la
Casa 4, del resto del mapa y de los otros Tránsitos y Progresiones que se
produzcan en este momento. En algunos casos el Tránsito de Plutón por la Casa 4
coincide con separaciones, o en otros, este Tránsito indica el nacimiento de un
niño o el regreso de un miembro de la familia tras una larga ausencia, o de la
incorporación de alguien nuevo a la familia. (Howard Sasportas "Los Dioses
del Cambio").
El tema arquetípico en este tránsito contribuye
a crear circunstancias internas y externas a través de las cuales el nativo se
verá impelido a examinar los fundamentos de aquello que constituye su seguridad
emocional, sus dependencias, autoimagen, sentimientos y estados de ánimo.
Además, este proceso servirá como una excelente ocasión para estudiar el
impacto de su primer entorno, reflejado principalmente a través de sus padres,
así como de conocer -para aquellos que tienen un hogar y hijos- la forma en que
han venido respondiendo emotivamente a las necesidades de su familia y sus
niños. Se trata, pues, de un lapso de tiempo, ya se trate de un tránsito, una
progresión o una revolución solar plutoniana, cuyo proceso va a promover el
final de un ciclo de la vida individual y el comienzo de una nueva fase. Por
ello es necesario ahora cambiar o eliminar toda forma de seguridad o dependencia
que esté ligada a situaciones externas, ya que éstas van a estar limitando de
alguna manera el posterior crecimiento. Este período y experiencia evolutiva
pueden resultar muy difíciles para muchos que los vivirán con la sensación de
que el fundamento de su existencia está amenazado y removido. No obstante, tal
experiencia es necesaria, quedando el individuo a solas consigo mismo para
poder observarse, examinarse y depender de sí mismo. De hecho, la propia imagen
de cada uno es un reflejo de nuestra naturaleza total y de la realidad interna
y externa, de modo que al ir eliminando ciertos aspectos o dinámicas, el
individuo se ve forzado no sólo a examinar la forma como ha estado condicionada
su autoimagen, sino también a ir construyendo una nueva imagen de sí que esté
basada en los cambios indispensables dentro y fuera de él. Los trastornos
emotivos emergerán desde lo más profundo y se reflejarán también en su entorno
inmediato a través de circunstancias muy diversas, las cuales pueden vincularse
con problemas en su vida familiar, profesional o personal. El efecto de todos
estos conflictos puede llevar al nativo a una situación de gran desconcierto.
El propósito y la razón evolutiva de todo ello es forzarle a un autoexamen para
determinar lo que ha venido haciendo con su vida y las razones de esto. Aquí
será también necesario analizar las bases de la propia seguridad emocional y
autoimagen, en relación con la naturaleza de la realidad personal. En
concordancia, es tiempo de transformar los antiguos esquemas de reacción
emocional hacia uno mismo y hacia los demás, como también de eliminar toda
dependencia exterior que toque la seguridad personal a un nivel emotivo. Para
algunos, este proceso se verá reforzado por la pérdida de un empleo, un miembro
de su familia o alguien íntimo, o bien a través de intensas confrontaciones
emocionales con otras personas de su familia, o con la pérdida de la propia
vida. El temor emotivo hacia la muerte puede convertirse en una seria
preocupación, mientras que habrá quienes experimenten una especie de “llamada”
o estremecimiento en relación a la muerte. Este proceso puede llevar a un
esclarecimiento emocional y a la salud en este terreno, gracias a la liberación
de esquemas y actitudes caducas, construidas a través de varias existencias.
Algunos de estos esquemas están vinculados con necesidades o reacciones que han
sido reprimidas, rechazadas o mantenidas en ascuas por mucho tiempo. Al emerger
hacia la conciencia individual, estos esquemas emotivos junto con estados de
ánimo y sentimientos que actúan como reactivos de tales impulsos emocionales,
pueden ser muy compulsivos e intensos. Cada emoción pasajera y cambiante va a
retener la total atención del individuo mientras dure. Tales sentimientos,
emociones y estados de ánimo promoverán una comprensión consciente de la
naturaleza de los patrones habituales antiguos e inconscientes de reacción
emocional en la vida individual. Ciertos nativos parecerán casi catatójicos
debido a la forma como se dejan absorber por estos transitorios estados
emotivos, pero tal absorción tiene lugar para dar al sujeto la oportunidad de
examinar las bases causales y los porqués de sus respuestas emotivas, demandas,
necesidades, esquemas de seguridad, autoimagen e impacto del entorno durante su
infancia. El conocimiento y la comprensión consciente a que les induce este
examen, puede llevarles a una situación de estancamiento personal y emocional.
No obstante, este sentimiento de bloqueo es también necesario en cuanto induce
una oportunidad para el cambio. Los miembros de su familia u otras personas
cercanas pueden experimentar también este sentimiento en sus propias vidas.
Algunas cosas aún no resueltas de tipo emotivo, asociadas a factores o
situaciones de vidas anteriores pueden aflorar ahora entre el nativo y aquellos
con quienes mantienen relaciones más íntimas. La conducta relacionada con estos
patrones emotivos sin resolver puede llegar a ser bastante compulsiva e
irracional. Con todo, este puede ser un período excelente para que el sujeto
resuelva lo que quiera hacer con aquellos patrones, y para promover una
determinación en cuanto a su relación con otros, en caso de que encuentre
demasiado difícil trabajar estas cosas ahora y llegar a resolverlas. En
cualquier caso, nuevos esquemas emocionales se harán presentes, junto con el
necesario cambio y autoconocimiento. Durante este proceso, el nativo debería
dedicarse a reflexionar sobre su pasado, con una intención consciente; en otras
palabras, volver a revivir en su memoria los acontecimientos y circunstancias
de su vida hasta la fecha y examinar las dinámicas internas y los factores
causales que han dado origen a todas las situaciones examinadas. De esta forma,
el individuo estará en condiciones de adquirir mayor conciencia sobre su propia
naturaleza y estructura interna. Tal proceso de reflexión activa debe ir unido
a la comunicación o práctica. La necesidad cíclica de expresar y comunicar
aquello que está siendo descubierto desde dentro se produce, a fin de
posibilitar la necesaria limpieza y purificación de la estructura emocional. El
individuo se ve aquí abocado a un riesgo de distorsión y estallidos internos si
se recluye en un estado meramente reflexivo sobre sí mismo. Este ciclo no será
predecible, pero fluctuará sobre una base diaria o incluso momentánea. El
sujeto debería limitarse simplemente a expresar de algún modo, a comunicar
aquello que sea necesario, lo cual requiere por lo menos a otra persona en su
inmediato entorno en la que el nativo pueda confiar y que sea lo
suficientemente madura como para permitir que esto ocurra sin sentirse
amenazada o arrastrada por ello en el presente. Pero puede ser difícil para el
nativo encontrar alguien en quien confiar, puesto que a muchos ya les es
difícil confiar en sí mismos, en relación a lo que están sintiendo o
necesitando. Algunos van a sentirse muy vulnerables y hipersensibles durante el
curso de ese período, pasando por momentos y necesidades emocionales muy
semejantes a las de un niño, sin importar la edad de la persona. Como el
propósito de todo esto radica en el aprendizaje de la seguridad interna y en
minimizar las dependencias exteriores, aquellos que están cerca del nativo y
pretenden ayudarle deberían promover gentilmente este tipo de comprensión. En
cuanto a los problemas del tipo fisiológico que pueden manifestarse durante
este período, estarán asociados con el sistema linfático, el estómago, las
glándulas mamarias, los ojos, las mucosas por retención de agua o de agentes
tóxicos, dándose también resfriados y problemas vinculados con el chacra medular.
En términos generales, este proceso va a promover un total renacimiento y
metamorfosis de la estructura emotiva interna y la autoimagen individual. Al
eliminar y transformar los esquemas caducos emocionales y minimizar las
dependencias del exterior, nacerá una persona nueva. Una nueva etapa se
iniciará en la vida del nativo. (Jeff Green "Plutón).
Plutón en Tránsito en Casa 5 ♌️ Esta Casa se asocia en términos generales con
la expresión personal, la creatividad, las aficiones y las actividades recreativas,
los hijos y el romance. El Tránsito de Plutón por la Casa 5 influirá en
cualquier de estos dominios. Aquella parte de nosotros que está ávida de
expresar exteriormente nuestros pensamientos, sentimientos y fantasías cobra
impulso en este momento. Quizá descubramos un interés, una afición o una
actividad recreativa en que nos sumergiremos intensamente, a veces hasta llegar
a la obsesión. Si ya hemos encontrado una canalización creativa, es probable
que la su por otra, y si hasta ahora nos hemos desinteresado de la creatividad,
ésta puede convertirse para nosotros en algo muy importante. Pero bajo la
influencia de este Tránsito ninguna empresa creativa cristalizará sin un gran
esfuerzo, y tendremos que enfrentarnos o complejos y bloqueos psicológicos que
obstaculizarán el camino de nuestra libre expresión. Con frecuencia, el origen
de estos bloqueos creativos se puede perseguir hasta situarlo en los mensajes
que recibimos cuando éramos niños en lo tocante al valor de lo que creábamos o
expresábamos. Aun cuando hemos superado la fase anal y el aprendizaje del
control sin que nuestro sentimiento del propio valor y nuestra autoestimación
hayan salido demasiado malparados, el Tránsito de Plutón en la Casa 5 puede
activar dificultades psicológicas cuando intentamos expresar nuestra
individualidad y nuestra capacidad creadora. Podemos estar tan pendientes de
cómo serán recibidas nuestras creaciones que eso inhiba nuestra libertad de
expresarnos. El empeño creativo se ve complicado además por cuestiones de poder,
especialmente si nos hemos comprometido en proyectos que ponen en luego a otras
personas. Si nuestro sentimiento del propio valor y de la identidad personal
está muy vinculado con aquello en lo que trabajamos, insistiremos en que las
cosas se hagan a nuestra manera, y no se nos hará fácil adaptarnos, en este
aspecto, a lo que sienten los demás. Los hijos -extensiones creativas de
nosotros mismos- corresponden también al dominio de la Casa 5, y cuando Plutón
transita en ella puede influir en esta esfera de muchas diferentes maneras. El
nacimiento de un hijo durante este Tránsito asumirá una importancia especial,
indicando la muerte de una fase de la vida y el comienzo de otra nueva. Es
posible que nuestros hijos tengan problemas o pasen por una crisis, y sus experiencias
pueden ser para nosotros una lección y un reto. El tipo de problemas que estén
afrontando depende en gran medida de la edad que tengan durante el periodo en
que nosotros pasemos por este Tránsito. La relación con los hijos puede ser
excepcionalmente difícil de manejar, y sin embargo la presencia de Plutón aquí
hace pensar que tenemos algo que aprender de lo que les está sucediendo. Es
necesario que aceptemos que, en nombre del crecimiento y de la evolución, puede
ser que nuestros hijos tengan que pasar por ciertas experiencias de las cuales
no podemos -o no debemos- protegerlos. La Casa 5 también se relaciona con la
sexualidad y el romance, y el Tránsito de Plutón por ella teñirá esta esfera de
la vida. Es probable que una persona con quien nos relacionemos tenga muy
marcados en su mapa a Plutón, Escorpio y la Casa 8. Una relación en este
periodo nos cambiará de forma importante. Es probable que los compromisos sean
intensos, apasionados y complejos: tal vez se los mantenga en secreto o estén sobrecargados
de luchas de poder, intrigas, traiciones y celos. Los vínculos que establecen
reactivarán con frecuencia al niño herido y colérico del pasado, que sigue
todavía intentando conseguir que papá y mamá lo amen tal como él quiere.
Descubrimos en nosotros al "bebé rabioso" o a la "bestia" y
se nos ofrece así la oportunidad de explorar y elaborar complejos infantiles
aún no resueltos. Este Tránsito también puede coincidir con el despertar de
nuestra pasión sexual, o bien reactivar nuestra energía sexual tras un largo
periodo de aquietamiento, sin embargo, también puede manifestarse en bloqueos
sexuales temporales o en un cambio en la naturaleza de nuestra expresión
sexual. Hay personas que optan por canalizar los deseos de su libido a través
de actividades creativas o ejercicios físicos, como pueden ser los deportes.
(Howard Sasportas "Los Dioses del Cambio").
Durante este período, el efecto arquetípico
consistirá en inducir una situación interna y externa por medio de la cual el
individuo aprenda gradualmente a ser responsable de su propia realidad y a
recrearla de modo que pueda ver reflejada en ella y consolidados los impulsos
creativos novedosos que emergen desde lo profundo del Alma. Estos nuevos
impulsos están vinculados directamente con el nuevo propósito de la vida
individual. Además, el proceso llevará al nativo a examinar las bases y porqués
de la forma cómo ha venido ayudando y entregándose a los demás, siendo
necesario también una comprensión de tipo fundamental en cuanto a su necesidad
persona1 de recibir amor y atención por parte de otros y de ser considerado
importante y especial. Con estas dos lecciones básicas combinadas, podrá
entonces experimentar y recibir la manifestación y realización de cada
necesidad, como condiciones de su autocentralización. En general, este proceso
va a promover una renovación de la creatividad personal, con profundas oleadas
internas de inspiración creadora, sentimientos y deseos que impactarán la
comprensión consciente del nativo, impulsándole a tomar la responsabilidad de
su propio destino y su realidad individual. En consecuencia, se recreará esta
misma realidad, a fin de dar paso y expresión a estas nuevas oleadas de
creatividad, con lo cual será reformulado el propósito mismo de la existencia.
Este puede ser entonces un tiempo durante el cual pueden despertar y
desarrollarse muchas capacidades latentes. Durante este período, muchos
individuos van a tornarse necesariamente y a parecer más autocentrados que
nunca, sumergidos en sí mismos, mientras que en otros casos será preciso el
rompimiento o eliminación de un determinado enfoque autocentrado para dar paso
a la expresión de los nuevos impulsos. En cualquier caso, la clave estará en
permitirse a uno mismo el movimiento necesario hacia estos nuevos impulsos en
el momento de su manifestación, incluso si estos requieren dejar a un lado
creencias o ideas preconcebidas con las que se había venido identificando el
sujeto como un propósito o una orientación en su existencia hasta este momento.
Este impulso evolutivo interno va a reflejarse también en las situaciones y
circunstancias externas del individuo, cuya naturaleza dependerá del contexto
concreto de su realidad interna. Por ejemplo, esto se puede manifestar de forma
muy diversa en el momento de tener un hijo. Para algunos, estas circunstancias
estarían vinculadas con un reflejo de su creatividad individual, un dar y recibir,
un propósito que se ha reformulado en su vida, cuya manifestación puede
expresarse ahora a través de este hijo. Un proceso de autocentralización puede
advenir, a través de un mayor enfoque en este sentido. Mientras que para otros,
el tener un hijo servirá como un medio para transformar o eliminar una excesiva
autocentralización, o un comportamiento u orientación de tipo narcisista. En
unos casos, el embarazo puede llegar a través de un amorío o una relación
extramarital, o bien sin tener un deseo consciente del mismo. Ahora bien, en
todos los casos va a existir una conexión kármica con el bebé y una implicación
a este nivel, tanto del padre como de la madre. Cuando Plutón inicia su
tránsito a través de la Casa 5 o cuando está transitando sobre el Sol natal o
progresado hacia el mismo, o bien se sitúa en la Casa V de una revolución
solar, o hay una progresión del Sol hacia Plutón, acontece generalmente un
aumento de la fertilidad. Por otra parte, durante este período, el nativo podrá
experimentar a veces confrontaciones emocionales y dificultades en relación con
sus hijos. Así como el nativo necesita desarrollar Y realizar un nuevo
propósito creativo e identificarse con éste a fin de tomar la responsabilidad
de su propio destino, así también sus hijos empezarán a manifestarse en este
sentido. Esta dinámica puede dar lugar a un desafío o poner a prueba las
voluntades de todos los involucrados y, si esto llega a ocurrir reflejará ante
todo una situación en la cual el nativo ha venido tratando de moldear a su propia
imagen la identidad de sus hijos. Al empezar ellos a afirmar sus propias
voluntades, van a enfrentarse directamente a los deseos del sujeto para seguir
los suyos propios, y esta confrontación promoverá la necesidad evolutiva del
individuo de conocer las bases de su actitud hacia sus hijos, de cómo los
percibe y qué les da. A través de este conflicto de voluntades se puede lograr
una posición objetiva bajo la cual el nativo reformulará la imagen que tiene de
sus hijos, para reflejar mejor las necesidades actuales de ellos y su verdadera
individualidad inherente. Al hacerlo así, podrá darles lo que ellos realmente
necesitan. Este proceso le permitirá reflejarse también a sí mismo a través de
una redefinición creativa que involucre los diversos cambios, ajustes y
reorientaciones exigidas por las nuevas circunstancias individuales. Durante
este período evolutivo, el sujeto puede sentirse atraído hacia otros,
posiblemente en términos amorosos especialmente cuando se trata de una persona
que se siente poco amada, insatisfecha o insuficientemente reconocida dentro de
las condiciones existentes en su vida. Debido al profundo apremio que
experimenta por ser más creativo y tomar responsabilidad sobre su destino,
apremio que está originado en su propia Alma, el nativo puede vivir una
atracción de tipo subconsciente hacia aquellos que le ayudan a satisfacer y dar
expansión a estas necesidades. Un amorío puede llenar su necesidad de
reconocimiento y de ser considerado como alguien especial e importante. Durante
un tiempo, la atracción será intensa y encantadora. Las personas que entran en
relación con el sujeto serán muy magnéticas y fuerte, mientras que habrá
quienes perciben en él cualidades análogas. Algunos encuentros serán breves,
pero intensos. Otros serán duraderos evolucionando hacia una vida de pareja. Si
el nativo se encuentra ya dentro de una relación, este proceso puede llegar a
ser una amenaza para la misma. Algunos llegarán a sentirse totalmente confusos
y divididos, ya que estarán a la vez enamorados de su pareja y de la nueva
persona que aparece. De nuevo, la base de esta situación radica en el hecho de
que el nativo no estaba viviendo la relación existente con suficiente amor,
atención o reconocimiento. Pero también hay casos en que éste ha experimentado
una represión o negación de sus nuevos propósitos y necesidades creativas por
parte de su pareja. Tal situación va a "sentar las bases" para llegar
a sentirse atraído hacia otra persona que llenará estas necesidades, y será
preciso que su anterior pareja transforme su propia orientación emotiva
alentando al nativo y permitiéndole realizar su propósito nuevo, o de lo
contrario casi seguramente terminará la relación durante este período. Si esto
llegara a ocurrir estaría reflejando la necesidad de tomar la responsabilidad
del destino personal, recreándolo y dando cabida con ello a los nuevos impulsos
creativos emergentes desde las profundidades de la propia Alma. Los problemas
de índole fisiológico que pueden acontecer durante este lapso estarán centrados
en el corazón y la circulación sanguínea, disminución de la vitalidad y
energía, fluctuaciones notables en los niveles energéticos a causa del stress,
forúnculos, tumores, abscesos y problemas relativos al Chacra frontal (Ajna o
"tercer ojo"). En resumen, este proceso va a promover una nueva
formulación del propósito en la vida individual. Nuevas dimensiones de
posibilidades y capacidades van a surgir desde lo profundo del Alma. Al tomar
la responsabilidad de su propio destino, el sujeto va a recrear su propio ser
de alguna forma, en cuanto pueda realizar los apremios creativos internos,
unidos a la reacción de su entorno en cuanto los primeros se vayan
manifestando. A veces será indispensable eliminar ideas y creencias
preconcebidas acerca del objetivo de la propia vida. En caso de que el nativo
se obstine en adaptarse a este nuevo orden, su gradual desarrollo quedará
entonces sojuzgado y bloqueado al igual que su expansión creativa. En lugar de
experimentar un renacimiento de su creatividad, el individuo se verá abocado a
una decadencia de la misma. (Jeff Green "Plutón).
Plutón en Tránsito en Casa 6 ♍️ El trabajo, la salud y el transcurrir de la
vida cotidiana son las preocupaciones principales de la Casa 6. Esta área del
mapa no sólo describe la forma en las que nos relacionamos con nuestro cuerpo,
sino también cómo nos llevamos con nuestros colaboradores y con las personas a
cuyo servicio estamos o que nos sirven. A medida que Plutón en Tránsito va
recorriendo la Casa 6, tropezamos con retos que nos transforman, atraemos
diferentes tipos de problemas y de experiencias relacionadas con esta esfera de
la vida. El Tránsito de Plutón por la Casa 6 puede manifestarse como problemas
de salud. Plutón, el dios del mundo subterráneo, saca al aire libre lo que está
enterrado en nosotros: puede suceder que síntomas crónicos, pero no demasiado
importantes -aunque son el resultado de un prolongado desequilibrio- irrumpan
en la superficie en formas de malestares o enfermedades. Pero aunque nuestra
salud sea deficiente durante este Tránsito, no es justo considerar totalmente
malévolo el efecto que tiene Plutón sobre nuestro cuerpo; una de sus
principales tareas mientras va recorriendo la Casa 6 es descubrir toxinas y
venenos acumulados para ayudar a purificar el cuerpo y facilitar el proceso de
sanarlo. En esta Casa, Plutón quiere además recordarnos la intima relación y la reciprocidad innegable que hay entre
cuerpo y mente. Ambos forman forman un sistema integrado: nuestros estados emocionales
y mentales tienen una influencia directa en nuestra salud, así como nuestro
estado físico afecta a la forma en que pensamos y sentimos. La Casa 6, más que
ningún otro ámbito del mapa, se refiere a esta conexión cuerpo-mente, la última
relación entre psique y soma, y es bien sabido que los factores psicológicos
desempeñan su papel en el agravamiento de una enfermedad. En el cuerpo, los
agentes nocivos son una presencia constante, pero que contraigamos o no una
enfermedad depende de nuestra capacidad para resistirnos a ellos. La tensión psíquica
y los pensamientos negativos (conscientes o inconscientes) lesionan nuestro
sistema inmunitario y debilitan las defensas naturales del cuerpo, haciéndonos
más susceptibles a males que normalmente podemos evitar. Si caemos enfermos
mientras Plutón transita por esta Casa, no debemos tomarnos la enfermedad al
pie de la letra. En estos momentos, la mala salud es la forma que tiene Plutón
de decirnos que en nuestra vida hay un desequilibrio critico. Cuando Plutón
transita por la Casa 6, es necesario tratar no sólo los síntomas externos, sino
las causas básicas de los problemas de salud. No todas las personas que tengan
a Plutón en Tránsito por la Casa 6 se pondrán enfermas. Pero de todas maneras
es el momento de escuchar el cuerpo, de respetar sus necesidades y sus limites,
y de examinar todo aquello que en nuestra vida necesite que le prestemos
atención y lo regulemos. Plutón derriba para después reconstruir, y puede
ejercer una influencia regeneradora muy positiva en cualquier Casa por donde
transite. Durante los años en que se mantiene este Tránsito tenemos la ocasión
de rehacernos físicamente. Con frecuencia, la gente que no está satisfecha con
su peso o con su forma física encuentra, en algún momento del Tránsito el poder
de voluntad y las fuerzas que necesita para emprender y mantener una dieta o un
régimen de ejercicios. El trabajo es otra esfera que Plutón transforma cuando
pasa por esta Casa, ya que allí por donde transite, este planeta hace aflorar
lo que está gruñendo en nuestro interior. Si no estamos a gusto con el tipo de
trabajo que hacemos, este Tránsito nos da ímpetu para buscar algo diferente, ya
sea dentro del terreno general en que hemos estado trabajando o en un campo
totalmente nuevo. Plutón señala el momento en que lo viejo ha de desaparecer
para que pueden suceder cosas nuevas. Con frecuencia en esta época cambiamos de
empleo; sentimos que en nuestra tarea actual ya hemos progresado todo lo que
podíamos, y que es el momento de algo nuevo o diferente. Sin embargo, hay casos
en los que durante este Tránsito será el destino quien nos empuje hacia una
dirección nueva. Quizá nos despidan del trabajo que teníamos, y si algo así
sucede mientras Plutón pasa por la Casa 6 es una indicación de que es el
momento adecuado para crecer en un tiesto nuevo. Tal vez no tengamos plena
conciencia de la parte de nosotros que quiere cambiar, y sin embargo, si en
estos momentos sentimos que nuestro mundo laboral se desmorona o nos parece que
nos humillan, es probable que el Si mismo o los niveles más profundos de la
psique así lo pidan; quizás en nuestro quehacer nos hayamos vuelto demasiado
formales o complacientes, y nos hayamos atascado en nuestra actividad actual.
Hacer lo posible para colaborar con la
parte de nosotros que necesita expandirse en algo nuevo es un buen
aprovechamiento de este Tránsito. Y aunque perder un empleo puede tener efectos
graves sobre nuestro bien estar físico y psicológico, examinar las emociones y
los sentimientos que afloren por obra de estas contingencias hará que nos
conozcamos mejor y favorecerá nuestro crecimiento personal. La Casa 6 nos pide
que continuamente adaptemos y refinemos nuestra vida para ser cada más fieles a
nosotros mismos. Esta necesidad de ser fiel a uno mismo es otra motivación para
cambiar de trabajo durante este Tránsito de Plutón. Seguimos buscando hasta
encontrar el empleo que mejor nos va y que mejor refleja quiénes somos. Si
durante este Tránsito encontramos un trabajo que realmente se apodera de
nosotros, lo haremos con una dedicación casi obsesiva. Hay quienes crea la
mejor obra de su vida cuando Plutón transita por esta zona del mapa. También es
posible que durante este Tránsito nos atraiga alguna actividad plutoniana por
naturaleza: trabajos detectivescos o secretos, minería, psicología, medicina o
cualquier cosa que signifique deshacer algo para después reconstruirlo. La Casa
6 se asocia con las rutinas y los rituales cotidianos que tenemos que cumplir
en el curso de la existencia humana. En algún momento de este Tránsito
plutoniano, hasta la más simple de las tareas diarias puede asumir gran
importancia. Sólo de decir qué ropa nos ponemos por la mañana, o tener que
mantener la casa limpia y las cuentas al día pueden volverse motivos de
angustia. Si algo así nos sucede, es probable que estemos desplazando
preocupaciones y complejos psicológicos más profundos sobre estas tareas
ordinarias, y será necesario sondear y explorar la fuente principal de nuestra
tensión. Finalmente, al transitar por esta zona del mapa, Plutón indica a veces
experiencias o problemas que nos transforman por la vía de nuestras relaciones
con animales domésticos, que conciernen también a la Casa 6. Para algunas
personas la muerte o desaparición de un animal querido es tan dolorosa como
cualquier otra pérdida en la vida, y el duelo puede activarles una gran
cantidad de contenidos psicológicos que es necesario examinar y elaborar, quizá
duelos postergados por la pérdida de seres queridos, o el miedo de ser
inadecuados para nuestra carrera, o la sensación de que siempre destruimos las
cosas o las personas que amamos. Por otra parte, el Tránsito de Plutón por la
Casa 6 puede indicar experiencias positivas en este dominio. (Howard Sasportas
"Los Dioses del Cambio").
El tema arquetípico en este proceso evolutivo
consiste en inducir al sujeto a un período de perfeccionamiento individual.
Esta necesidad se manifiesta bajo la forma de un profundo auto análisis por
medio del cual el individuo examina mentalmente y pasa revista a sus
componentes y dinámicas internas que necesitan ser ajustadas, transformadas o
eliminadas sin reservas. De esta forma se vivirá un lapso de tiempo durante el
cual el ser será objeto de intensa autocrítica. Es, pues, un tiempo de
limpieza, purificación y curación del Alma y el cuerpo físico, aunque en un
comienzo, sus condiciones pueden empeorar, antes que mejorar. Un sentimiento
profundo de imperfección, impureza, inadecuación y negatividad en general
acerca de uno mismo va a reflejarse en el entorno inmediato, de modo que la
persona llegue a percibir las condiciones externas de modo muy semejante a como
percibe las de su interior. Desde luego, esta proyección funcionará también
desde fuera hacia el individuo como contrapartida. Al experimentar una crítica
interna y externa, junto con sentimientos de carencia, inadecuación e
imperfección, va a inducir en el nativo una serie de dudas bastante profundas,
las cuales van a ser una experiencia necesaria que impulsará al nativo a
cambiar y ajustar esquemas internos y de su entorno para dar paso a nuevas
ideas, pensamientos, sentimientos y necesidades, todos ellos manifestados ahora
desde lo más profundo de su ser. Durante este proceso es frecuente verse
abocado y envuelto en crisis internas y externas. Las primeras se derivan de la
necesidad que se tiene en el sentido de eliminar ideas preconcebidas,
actitudes, creencias y esquemas mentales de todo tipo. Esta necesidad de cambio
va a impactar toda la estructura emocional, física e intelectual del sujeto,
pudiendo llegar a socavar o amenazar el sentimiento de seguridad y estabilidad
individual. Hasta ahora, el nativo ha venido manteniendo determinadas actitudes
hacia su trabajo, su cuerpo físico y su estructura mental acerca de la realidad
interna y externa. Aquí estamos tratando ahora con el aspecto mercuriano
inherente al Signo de Virgo y a la Casa 6. Así como el contexto mercuriano en
Géminis requería recoger una variedad de datos, a fin de hacer conexiones
lógicas que ordenen empíricamente el entorno físico, al Signo de Virgo le
corresponde comparar y analizar dicha información, creando para ello un sistema
de clasificación. El enfoque se realiza aquí sobre los hechos detallados y la
forma como cada uno de ellos conecta con el siguiente. Al realizar estas
conexiones mentales se va creando una imagen figurativa global sobre la naturaleza
de la realidad. Está claro que los hechos particulares y la información que el
individuo selecciona o enfoca van a condicionar o a limitar la forma como esta
persona percibe la configuración total de la realidad. La selección realizada
está influenciada por el desarrollo y condición evolutiva personal, y la crisis
gira en torno a la necesidad de reorientar el enfoque mental y emocional, con
el objeto de introducir nuevos conocimientos e información. Las antiguas
actitudes y esquemas mentales sobre aquello que constituía la realidad van a
romperse ahora y no servirán ya más. Una profunda limpieza de mente, cuerpo y
Alma va a acontecer durante este lapso, debido a la purificación de actitudes
mentales ya caducas que se han convertido en verdaderas barreras para el
crecimiento gradual. El nativo experimentará entonces una profunda duda
interior fundamentada en las limitaciones y la inadecuación de tales ideas
preconcebidas, duda que le inducirá a un autoanálisis que promoverá su vez todo
un examen mental acerca de las necesidades que requieren ser cambiadas o
eliminadas, así como una comprensión acerca de las deficiencias de tales ideas
y esquemas mentales y de la nueva información, actitudes y orientaciones que
deberán ser halladas tanto en la realidad interna como en la exterior. En
efecto, el pasado y el futuro entran en choque ahora en cada momento de la
experiencia individual. La colisión de ambos induce a la crisis debido a la
resistencia inherente de Plutón, la cual se va a manifestar como una tensión
mental que a la vez producirá ansiedad, nerviosismo e irritabilidad, con otras
consecuencias secundarias sobre el plano fisiológico. En cuanto a lo exterior,
el individuo puede experimentar confrontaciones con otras personas que se
muestren críticas hacia él, basadas en aquellas cosas que ellos perciben como
equivocadas en el sujeto. El ambiente de trabajo puede tornarse también
conflictivo, ya que pueden surgir deseos internos en el nativo para cambiar la
naturaleza o el nivel de su trabajo o la orientación del mismo, sintiendo que
no se le compensa debidamente por la cantidad de trabajo efectuado. El propio
trabajo puede ser vivido como algo sofocante y limitante de cara al crecimiento
gradual. Empleadores y empleados pueden entrar en conflicto y habrá algunos que
pierdan su trabajo durante este período como parte de la indispensable
retribución kármica o como una forma de apoyar los necesarios cambios. La
estrategia recomendada será la de aceptar la crítica externa y reflexionar
sobre ella sin ponerse a la defensiva, colérico, iracundo o amargado a causa de
ella. El punto es que el entorno exterior es como un reflejo del plano interno
y estos mensajes son claves necesarias, indicadoras del enfoque que debe
adoptar el nativo. Así, este proceso va a promover una limpieza positiva e
indispensable de mente, cuerpo y Alma. Si el individuo experimenta una
necesidad interna de cambiar de trabajo, será importante crear las bases que le
permitan una transición gradual entre el pasado y el futuro. La persona puede asegurarse
otro trabajo antes de dejar el que ya tiene, o puede conseguir una capacitación
nueva o adicional mientras mantiene el empleo ya existente. Si la persona
experimenta problemas de orden físico, puede ser aconsejable un cambio en los
hábitos de nutrición y alimentación. Ya que se trata de un período de limpieza
una buena opción estará en grandes cantidades de líquidos y vegetales crudos,
frutas, cereales y yogures, eliminando las formas refinadas o artificiales de
azúcar. También serán beneficiosos el yoga, los masajes y baños calientes. Así
como las antiguas actitudes mentales van siendo eliminadas del Almas, así
ocurre también con las antiguas dolencias corporales que se han llevado por
muchos años. Como un proceso natural en el curso de este período, la tensión
mental va a crear el mecanismo que dará paso a algunas dolencias físicas. Los
problemas físicos característicos de esta etapa se manifiestan a través de
desequilibrios de origen genético que han estado latentes, o problemas de
irritabilidad que ahora van a verse intensificados. También puede haber
dolencias asociadas con el páncreas (producción de enzimas e insulina),
intestino, colon, hígado, espina dorsal (pérdida o deficiencia del necesario
fluido), sistema nervioso y sentido auditivo, como también problemas asociados
con el Chacra tiroideo. En términos generales, este proceso representa una
etapa de perfeccionamiento personal a la luz de un autoexamen de las antiguas
actitudes mentales y de los esquemas que necesitan ser cambiados o eliminados.
Como resultado, el individuo puede lograr una limpieza a todos los niveles. Una
vez limpio y purificado, el sujeto puede emerger a partir de aquí hacia un
estado de intensa vitalidad personal, con nuevas orientaciones y actitudes
hacia la vida y un impulso importante para continuar su trayectoria vital.
(Jeff Green "Plutón).
Plutón en Tránsito en Casa 7 ♎️ Cuando Plutón transita la Casa 7, las
relaciones intimas se convierten en catalizadores o agentes de transformación
personal, de crecimiento y cambio. Si tenemos una relación de pareja, Plutón
pondrá a prueba la autenticidad y la profundidad de esa relación, y mostrará
los puntos en que nos sentimos insatisfechos o incompletos. Si es posible
enfrentar y resolver las dificultades, la relación terminará ganando en solidez
y fortaleza. De nada sirve eludir los problemas que se plantean en este ámbito
cuando Plutón transita por esta Casa. Las frustraciones que sentimos seguirán
bullendo silenciosamente bajo la aparente calma de la superficie, hasta que encuentran
alguna manera de socavar la relación. Además, si tratamos de negar que algo va
mal, creyendo evitar así una crisis o confrontación, estaremos privándonos de
las posibilidades de crecimiento y transformación que provienen del
enfrentamiento sincero con la realidad de la situación. En esta época, las
relaciones activarán complejos emocionales profundamente arraigados que acechan
en los rincones de la psique. Por mediación de problemas que se plantean en el
curso de la relación, aquellas facetas de nuestra naturaleza que han estado
reprimidas o encerradas bajo llave irrumpirán con toda su fuerza en nuestra
vida cotidiana. Quizá nos sintamos dominados por los celos, la envidia, la
cólera o una pasión sexual incontrolable. Por más que se sientan y se expresen
en nuestra relación de pareja actual, estas emociones se generan en la
infancia, cuando sentíamos algo similar hacia nuestros padres u otras personas
de nuestro ambiente. El Tránsito de Plutón por la Casa 7 en el contexto de una
relación de intimidad del presente, nos da una oportunidad de descubrir y
resolver viejos modelos emocionales. Alternativamente, en algunos casos será
nuestra pareja quien nos acose con sus celos, su envidia o su furia. Dicho de
otra manera, no experimentamos directamente estas emociones, sino que nos
llegan por mediación de otra persona. En este caso, es necesario considerar lo
que hemos hecho para ayudar a crear esta situación. Es un precepto psicológico
que lo que negamos en nosotros mismos, lo atraemos a nuestra vida a través de
los demás. La naturaleza de la vida es la totalidad, y atraemos aquellas partes
de nosotros mismos que hemos negado o suprimido. A medida que Plutón recorre la
Casa 7, nuestra pareja, u otras personas con quienes nos relacionemos, nos
devolverá el reflejo de nuestra sombra o de nuestro inconsciente. Esto es
difícil de aceptar y de admitir; preferimos culpar del desagradable curso de
los acontecimientos a los demás y a su manera de ser. Uno se siente mejor
liberándose del peso de la responsabilidad y, sin embargo, terminar acusando a
otra persona de ser la fuente de todos los problemas no sirve para fomentar
nuestra madurez ni nuestro crecimiento psicológico. Puede obsesionarnos el
miedo de que nuestra pareja nos deje o de que secretamente haya iniciado otra
relación. También esto ha de ser considerado como una proyección. Si
descubrimos en nosotros sentimientos así, no hay ninguna necesidad de que
vayamos corriendo en busca de una aventura, sino que debemos tener la
sinceridad psicológica suficiente para explorar esa parte de nosotros que
abriga fantasías o deseos de esa naturaleza. Es vez de declarar culpable a la
otra persona, ahora es responsabilidad nuestra analizar por qué nos sentimos
desdichados, aburridos o disconformes con la relación. Claro que es posible
descubrir que realmente nuestra pareja nos es infiel. En este caso, Plutón
pugna por sacar a la luz problemas de relación que es necesario afrontar y
analizar. También esta situación puede remover en nuestro interior emociones
tan poderosas que nos escandalizamos de nuestras propias reacciones... siempre
nos habíamos creído tan razonables y controlados, no como esas personas que
continuamente exhiben sentimientos de gran violencia e intensidad. Plutón nos
enfrenta con partes de nosotros mismos de cuya existencia preferiríamos no
enterarnos. Con un poco de autoestudio psicológico, puede ser que nos demos
cuenta de que estas reacciones emocionales abrumadoras se remontan a
sentimientos que tuvimos de muy pequeños, cuando nuestra supervivencia dependía
de nuestra madre y creíamos, aterrados, que nos moriríamos si ella nos
abandonaba. La infidelidad de nuestra pareja nos reactiva aquellos antiguos
miedos, y nos da la oportunidad de saber más sobre nuestros complejos que
acechan en las profundidades de nuestro ser. Este Tránsito indica también a
veces que nuestra pareja es quien está pasando por una fase plutoniana. Su
Plutón natal puede estar activado por un Tránsito o una Progresión importante,
o el propio Plutón puede estar afectando, por Tránsito, algunos puntos
importantes de su mapa. Lo que pasa a nuestra pareja nos hará cambiar. Si no
tenemos establecida una relación de pareja, es frecuente que el Tránsito de
Plutón en la Casa 7 nos la aporte. Durante este periodo podemos relacionarnos
con otras personas que tengan un Plutón fuerte en su mapa. Dicho de otra
manera, su naturaleza es probablemente compleja e intensa, o están en una
importante crisis vital cuando las conocemos. Las relaciones que se establecen
en este periodo también pueden llevar implícita alguna intriga o exigir cierta
medida de secreto. Sea cual fuere el caso: las relaciones tendrán sobre
nosotros un poderoso efecto de transformación. No importa cuánto duren: después
ya no seremos la misma persona. Las luchas de poder son otra característica de
este Tránsito, puede ser que intentemos controlar o dominar a nuestra pareja,
generalmente para impedirla de actuar de manera amenazante o hiriente para
nosotros. O También podemos relacionarnos con alguien que quiera controlarnos,
ya que cuando Plutón pasa por esta zona del mapa, la cuestión de quien ejerce
el poder en la relación adquiere prioridad, y quizá nos demos cuenta de que si
no llevamos las riendas, no nos sentimos seguros. En cualquier de los dos
casos, hay un desequilibrio de poderes y es necesario aprender a compartir y
cooperar realmente. La cosa funcionará de dos maneras: que los otros actúen
como agentes de transformación y cambio para nosotros, pero también nos
encontraremos en situación de ayudar a otros en momentos de transición y de
crisis. Cuando Plutón se mueve por la
Casa 7, podemos sentirnos atraídos por grupos o actividades relacionados con el
cambio o la reforma de diversos aspectos de la sociedad. Este podría ser un uso
positivo de este Tránsito, siempre y cuando no sucumbamos a extremos
destructivos en nuestros intentos de demoler antiguas estructuras para dejar
paso a las nuevas. (Howard Sasportas "Los Dioses del Cambio").
Este proceso refleja de un modo arquetípico la
necesidad esencial de transformar y permitir la evolución de los valores,
actitudes, necesidades y orientaciones respecto a las relaciones íntimas y a la
vida en pareja. cuando Plutón se va aproximando a la cúspide de esta Casa, o
bien cuando comienza un tránsito sobre Venus o una progresión hacia este
planeta, Surge un período kármico durante el cual el nativo puede volver a
encontrarse con personas que han estado a su lado en vidas anteriores, Este
lapso inicial puede traer igualmente la renovación de contactos con personas
que han mantenido alguna relación con él en un período anterior de esta vida.
Eventualmente el rápido tránsito de Venus sobre el Plutón natal puede inducir
también una situación análoga durante algunos meses. El tiempo de aspecto será
un indicador del fundamento kármico del contacto. Si se trata de aspectos
tensos, la tendencia va a promover la necesidad de contactar para trabajar
cosas que están sin resolver entre las partes. Por su lado, los aspectos
armónicos darán lugar a situaciones donde el individuo atrae a otros que le aportan
una información y una experiencia positiva y actual. En cualquier caso, estas
condiciones reflejan el hecho de que el sujeto desea y necesita moverse, crecer
y evolucionar hacia nuevas formas de relación. La necesidad de cambiar los
esquemas antiguos y redefinir las propias necesidades esenciales estará
reflejada en estas situaciones, así como la necesidad de revalorar
profundamente a otras personas dentro de la vida individual. Aquellos que
promueven conflicto debido a circunstancias no resueltas en el pasado, van a
ayudar al nativo a comprender aquellas situaciones anteriores que requieren ser
enfrentadas y cambiadas. Lo mismo va a reflejarse en el contacto con aquellos
que portan un mensaje a través del tiempo. El sujeto debe estar abierto hacia
ellos y hacia los que reflejan lo que él desearía llegar a ser. Por el
contrario, también puede ocurrir que el nativo presente resistencia a conectar
con aquellas personas que tengan que ver con el pasado y con situaciones aún no
resueltas del todo. Debido a la necesidad de avanzar, toda situación o persona
que represente al pasado será enfocada desde una nueva perspectiva futura, por
lo cual lo que parezca conflictivo puede inducir una resistencia a enfrentar
los factores kármicos inherentes a estos contactos. Sin embargo, es preciso
resolverlos, puesto que un nuevo ciclo evolutivo está empezando en la vida
individual y las situaciones del pasado deben quedar satisfechas para dar paso
a esta nueva etapa sin que haya residuos del ayer que contaminen el mañana. Bajo
otro punto de mira, las confrontaciones inducidas por estos contactos van a
permitir una comprensión experimental de las nuevas necesidades personales
internas, dando lugar a una metamorfosis y a una alquimia mediante la cual
nuevas necesidades, actitudes y aproximaciones a la vida de relación podrán
emerger en la conciencia del nativo. Cada caso que refleje estas condiciones
será único, y la naturaleza específica o el karma que está siendo resuelto
entre ambas partes podrá ser detectado a través de la comparación de sus
respectivos Temas natales (Sinastría). A mi modo de ver, el Individuo debería
ser alentado a cumplir y dejar resueltas las historias del pasado, para poder
eliminar de una vez y para siempre dicho karma. Recomiendo, pues, una
estrategia psicológica bajo la cual el sujeto resista la tentación de
reaccionar instintivamente enfrentándose con aquellos que han compartido su
pasado kármico. La clave estaría en desarrollar una respuesta y una actitud
comedida hacia ellos, tratando de llevar la situación de una forma reflexiva y
desapasionada. De este modo, el nativo podrá llegar a comprender todas aquellas
circunstancias que han generado la actual situación, reaccionando de manera
apropiada y kármicamente idónea para resolver aquellos puntos pendientes. En
ciertos casos, este proceso puede actualizar situaciones que estaban pendientes
de resolverse entre el nativo y alguna pareja con la cual haya venido
conviviendo ya antes, por haber estado reprimidas a lo largo de la relación o
por emerger ahora como reflejo de algún tipo de conflicto no resuelto en vidas
pasadas. En tales circunstancias, pueden producirse manifestaciones en contra
del nativo o entre ambas partes y será preciso no sólo afrontar estas
situaciones en el momento mismo en que aparecen, sino también permitir que la
relación existente cambie, crezca, evolucione y se renueve a sí misma de modo
que pueda reflejar las nuevas necesidades de ambas partes. Esta estrategia de
reacción comedida debería ser tenida en cuenta para que pueda darse la
indispensable metamorfosis evolutiva en un plano de positividad. En algunos
casos, este proceso conducirá al final de la relación ya existente cuando no es
posible una reformulación debido a la resistencia compulsiva frente a los
nuevos requerimientos evolutivos. Una de las partes puede percibir a la otra
como avanzando hacia la comprensión de futuras necesidades, o viceversa, de
manera que alguno de los dos percibirá a la parte cambiante como una amenaza
para su seguridad emocional. Cualquiera sea el papel o la posición del sujeto
en este caso, el crecimiento tendrá lugar a pesar de la dificultad que puede
representar para él esta experiencia. Eventualmente, este proceso puede
involucrar la muerte de la pareja o de alguien muy allegado al nativo. Los aspectos
armónicos van a estimular también aquí el crecimiento, haciendo que tanto el
individuo como aquellos con quienes contacta para estas necesarias experiencias
comprendan por lo general el porqué de las mismas. Por el contrario, bajo
aspectos tensos esta comprensión tendrá lugar solo posteriormente a la
relación. Los resultados, no obstante, pueden ser idénticos. Cualquiera sea la
forma en que se viva este período evolutivo, responde a una misma necesidad:
transformar o eliminar los antiguos esquemas de relación con otras personas,
permitiendo que afloren a la conciencia individual nuevas y esenciales
necesidades en este terreno. Así, surgirán y se irán manifestando nuevas
maneras de relacionarse con otros y consigo mismo, al lado de nuevos valores
personales y sociales que serán cultivados durante este período. No es extraño,
pues que irrumpan nuevas personas durante este lapso en la vida del nativo. Por
lo común, serán gente magnética e intensa con cierta tendencia a ejercer un
efecto hipnótico y compulsivo sobre el individuo aunque también se puede dar la
situación inversa. Al comienzo del proceso, las nuevas necesidades no están
claramente formuladas aún en la mente del sujeto, ni tampoco de los que entran
en relación con él, de modo que la parte que ejerce atracción simboliza o
encarna aquello que la otra parte desearía llegar a ser de una forma
subconsciente. Es lógico que si el nativo o la otra persona está comprometido
ya en una relación prioritaria, esta situación va a generar alguna clase de
conflicto o confrontación. Las elecciones que se efectúen respecto a estas
situaciones de atracción tienen una gran importancia desde el punto de vista
kármico. Cuando la situación es afrontada, me permitiría recomendar las
siguientes estrategias:
Si el nativo es atraído hacia otra persona o viceversa, y se percibe que
toda relación anterior ha cumplido ya su propósito y no existe, por tanto, más
utilidad o posibilidad de crecimiento dentro de la misma para ninguna de las
dos partes, entonces será importante volcarse por completo hacia la nueva
atracción, de una manera honesta, naturalmente. Antes de involucrarse en otra
relación debería darse por terminada la existente, tomándose el tiempo
necesario por parte de ambos lados para resolver adecuadamente las situaciones
que inducen a esta ruptura, reflexionando juntos acerca de la naturaleza global
de la experiencia mantenida, para que ésta pueda concluir de una forma
positiva. Dicha reflexión puede aportar un gran conocimiento a ambas partes
acerca de su propia naturaleza y la de la relación que han tenido, logrando un
final con un mínimo de sentimientos dolorosos. El punto es que este proceso
puede reflejar la realización final de una relación previa que ha seguido su
curso natural en la vida del individuo. Si el nativo, o la persona que es
atraída hacia él percibe una limitación en la relación existente por la forma
en que ésta ha venido definiéndose, percibiendo que podría cambiar, entonces
debe tomarse el tiempo que sea preciso trabajando para lograrlo. Las nuevas
atracciones hacia otra persona o hacia él mismo representan en este caso
sencillamente una "señal", un signo de que algo falta en la relación
existente. Esta "señal" deberá interpretarse como una necesidad de
afrontar cualquier problema que pueda existir para dar lugar a la necesaria
metamorfosis. Si después de un tiempo de perseguir este fin no se ha logrado el
cambio, entonces el nativo estará en libertad de cambiar de pareja, desde la
perspectiva kármica. Su curso de acción estará determinado por la resistencia
que ofrezca la otra parte y el shock emocional resultante para ésta puede
inducir a veces un efecto positivo, de crecimiento. En líneas generales, la
clave para trabajar positivamente durante este proceso será estar tan abierto
como sea posible a las nuevas necesidades de la pareja y viceversa. Como en
todo lapso de cambio y crecimiento será preciso que cada uno sepa escuchar al
otro, a fin de identificar la realidad de la otra persona tal como es percibida
por ella. De esta forma, cada uno podrá dar al otro lo que verdaderamente
necesita en cada momento. Ahora bien, si el nativo o su pareja experimentan
restricciones en su evolución a causa de la relación, es probable que surjan
confrontaciones y que aquella llegue a su fin si una o ambas partes se ponen a
la defensiva o se cierran frente a las nuevas necesidades de su pareja. Los
problemas de tipo físico que pueden surgir durante este período están asociados
a la parte baja de la espalda, riñones, columna, toxicidad de la sangre,
fuertes dolores de cabeza y problemas de oído, infecciones del conducto
urinario, congestión hepática y dolencias relacionadas con el Chakra cardíaco.
(Jeff Green "Plutón).
Plutón en Tránsito en Casa 8 ♏️ A la Casa 8 se la considera frecuentemente la
Casa "de los valores de los demás", y se refiere a la forma en que
nos conducimos con el dinero y los recursos que se comparten en el matrimonio,
en las relaciones de intimidad o en empresas comerciales y de negocios. En el
nivel más concreto, el Tránsito de Plutón por esta Casa puede indicar que nos
veremos profundamente cambiados o afectados como resultado del dinero o los
recursos materiales de otra persona. Por ejemplo, varios individuos se casaron
o iniciaron, en el momento de este Tránsito, una relación de intimidad con una
persona adinerada, con lo cual su status material sufrió un cambio importante.
Además puede traer, en la relación con la pareja, luchas de poder centradas en
lo que se ha de hacer con el dinero o con otros recursos compartidos. La Casa 8
se refiere también a los problemas de impuestos y herencias. Si hemos
defraudado gozosamente el fisco, cuando Plutón llega en Tránsito en la Casa 8
podemos encontrarnos en dificultades con el gobierno. Pero también es posible
que recibamos una herencia que modifique o mejore considerablemente nuestra
seguridad material. Sin embargo, en el caso de que Plutón forme aspectos
tensionados con otros planetas en el mapa natal, puede haber complicaciones en
cuestiones de herencias o conflictos con otras personas por culpa de un testamento
o legado. Sin embargo, resolver los problemas emocionales que en este momento
pueden derivarse de las cuestiones de dinero podría ayudarnos, en última
instancia, a ahondar en nuestro conocimiento psicológico de nosotros mismos.
Por ejemplo, quizá necesitemos aprender a prescindir de la "gratificación
instantánea" y a tolerar la frustración de nuestros deseos y necesidades;
pero, además de esto, es posible que nos haga falta considerar por qué creemos
necesitar determinadas cosas materiales. Los problemas que se relacionan con el
dinero, el apego y la responsabilidad están siempre íntimamente conectados. El
rótulo de "los valores de los demás" aplicado a la Casa 8, puede
extenderse más allá de los recursos monetarios para incluir el sentido de los
valores en general: aquello en que los demás creen, lo que les es querido o lo
que consideran importante en la vida. Mientras Plutón transita por la Casa 8,
un encontronazo con las creencias y los valores de otra persona nos puede
cambiar o transformar espectacularmente. Al expandir o alterar nuestra forma de
entender la vida para adoptar una filosofía y una visión nueva del mundo
diferentes, morimos simbólicamente tal como éramos y volvemos a nacer. Sin
embargo, este Tránsito puede indicar batallas y conflictos por el poder con
otras personas, en los que nuestra escala de valores y nuestra visión del mundo
se enfrentan con las suyas. Será más probable que esto suceda si Plutón forma
una Oposición con cualquier de los planetas natales en la Casa 2, o una Cuadratura
con algún planeta en la Casa 11 (de los amigos, esperanzas, deseos, metas y
objetivos). La Casa 8 -de la intimidad- revela también algo sobre la naturaleza
de nuestra expresión sexual. En la relación sexual dejamos al descubierto y
compartimos partes intimas de nosotros mismos que normalmente mantenemos
ocultas. Y es mediante la sexualidad cómo podemos alcanzar, aunque que sea un
fugaz momento, una completa unión física, emocional y espiritual con otra
persona. Cuando Plutón recorre la Casa 8, podemos esperar cambios en la
expresión de nuestra sexualidad, o experiencias que, en esta esfera de la vida,
tendrán sobre nosotros una influencia profunda o devastadora. Plutón
intensifica cualquier parte del mapa por donde transita, y en algunos casos,
este Tránsito puede señalar el despertar de nuestra sexualidad de una manera
inimaginable. Este Tránsito puede ayudarnos a derribar ciertas defensas que nos
han impedido relajarnos y entregarnos sexualmente en plenitud. Sin embargo,
puede producirse también la situación inversa, aunque sea temporalmente. La
Casa 8 denota también nuestra relación con lo que las filosofías del esoterismo
llaman "el plano astral", un nivel de existencia en el que se reúnen
y circulan emociones y sentimientos aparentemente intangibles, pero de todas
maneras poderosos. Cuando Plutón transita por esta Casa nos volvemos más
sensibles a las corrientes ocultas en la atmósfera, abriéndonos a los
sentimientos escondidos o inexpresados de quienes nos rodean. Quizá se nos haga
difícil en estos momentos aceptar las cosas, la vida o las personas por sus
apariencias; sentimos, en cambio, la necesidad de escarbar por debajo de la
superficie de nuestras relaciones y de nuestras interacciones con los demás,
para ver con claridad qué es lo que realmente sucede en el nivel más sutil o
más profundo. El Tránsito de Plutón por su dominio natural quizá no sea una
época fácil, y es probable que en algún momento nos sintamos profundamente
deprimidos o nos encontremos aprisionados en nuestro propio infierno personal,
un submundo de emociones y sentimientos intensamente perturbadores. Pero no
podemos olvidar que Plutón no sólo tiene el poder de destruir la vida, sino
también el de crearla. Como Inanna, condenada a muerte en el reino de
Ereshkigal, también este Tránsito lleva consigo la posibilidad de volver a
levantarnos renacidos y transformados. (Howard Sasportas "Los Dioses del
Cambio").
El proceso arquetípico en este tránsito
plutoniano va a hacer que el individuo se enfrente a todas las áreas o
dinámicas internas que se encuentran estancadas o no están orientadas hacia el
propio crecimiento. En el plano interno, estas áreas y dinámicas pueden tener
una naturaleza emocional, intelectual, física o espiritual. A nivel externo,
cualquier área puede ser experimentada de la misma forma, ya se trate de
familia, profesión, relaciones, dinero, bienes, etc., o de la forma general
como ha sido estructurada la vida externa y su realización. Los modos bajo los
cuales el nativo ha definido y se ha relacionado con alguna de estas dinámicas
o con todas ellas, tanto en su interior como en lo externo, deben ahora ser
reformulados en su base de forma que reflejen su efectiva necesidad de
crecimiento. Tales dinámicas pueden vivirse a veces como factores limitantes de
la propia evolución gradual, por lo cual no es raro que durante este período se
produzca una pérdida de significado de alguna o varias dinámicas, lo que a su
vez traerá confrontaciones internas y externas, las cuales estarán reflejando
la necesidad de transformar y redefinir las áreas que están actuando como
obstáculos para su crecimiento posterior. Sin embargo, por lo común, las áreas
que requieren ser reformuladas son aquellas en las que el nativo se ha volcado
excesivamente. En otras palabras, aquellas a las cuales ha hecho converger su
vida en función de ciertos valores, creencias, ideas y deseos, que constituyen
sus "lineamientos básicos" para enfocar la realidad. Un sentimiento
de limitación y estancamiento puede darse con el objeto de que el individuo
perciba que existen otras distintas formas de relacionarse y definir tales
áreas y dinámicas. Al cambiar estos "lineamiento s básicos"
formulándolos de un modo nuevo, estará arriesgando su seguridad fundamental,
debido a la importancia que les ha concedido hasta ahora. De esta forma, las
elecciones que deberá efectuar el nativo durante este período van a ser muy
importantes, ya que ellas determinarán la forma como se experimenta esta
necesidad evolutiva. Bajo un enfoque positivo, el sujeto reconocerá aquello que
debe ser confrontado y transformado. De acuerdo a ello implementará las
estrategias apropiadas para efectuar dicha transformación. Nuevas respuestas
emocionales, ideas, orientaciones, valoraciones, etc., se pondrán en marcha con
gran fe. A dónde van a llevarle estos cambios es algo que el nativo no puede
saber previamente al comienzo del mismo cambio. Por lo general, este
conocimiento va a ser posterior, por lo cual se requiere aquí la fe. La clave
consistirá en moverse hacia adelante siguiendo los nuevos impulsos, deseos,
ideas y sentimientos originados en el Alma. Como ocurre durante la erupción de
un volcán, estos impulsos emergerán a la conciencia del individuo desde las
profundidades de su inconsciente. La fuerza de comprensión de la energía
interna que mueve todo este proceso va a hacer llegar estas nuevas simientes
hasta un nivel consciente. En cuanto a los mensajes externos, que llegan al
nativo a través de las personas más allegadas a él, pueden también ayudar a
promover su comprensión de aquello que debe ser efectuado. Tales mensajes
pueden ser positivos o negativos. En el primer caso, los demás van a apoyar e
impulsar las necesidades de crecimiento del sujeto, mientras que si son de
índole negativa van a ser fuente de conflicto y de regresión en caso de que el
nativo vea amenazada su propia seguridad por el proceso de cambio. También
puede darse el caso de que sea indispensable para el individuo eliminar de su
vida a quienes intentan moverlo a regresar a los antiguos moldes. De modo
semejante, el nativo deberá impulsar y promover las necesidades de crecimiento
de otros, dándoles fe y ánimo, lo cual va a generar en ocasiones cierto temor
en sus allegados e inseguridad en base a la forma como ha estado definida hasta
ese momento la relación con el sujeto. Con todo, él deberá afrontar con fe esta
necesidad de cambio en las personas más cercanas a él. Si esto ocurre, surgirá
el potencial para una completa regeneración, gracias a la eliminación de
aquellas dinámicas desfasadas e inhibidoras del crecimiento, el cual podrá
darse ahora de una manera gradual y positiva. La posibilidad de cambios
violentos queda, pues, reservada para quienes ofrezcan resistencia a este
impulso evolutivo. Ellos pueden experimentar un traslado forzoso de las áreas o
dinámicas en las que han estado más involucrados, con el objeto de permitir los
cambios requeridos. Durante este período de su vida, tales cambios forzosos
podrán acelerar la realización de su propósito evolutivo, tal como está
descrito en la dinámica principal kármica evolutiva de su Tema natal. La
magnitud e intensidad del fenómeno estará vinculada con el grado de resistencia
individual y con la capacidad para comprender y aceptar aquello que debe ser
hecho ahora. El enfoque negativo de resistencia al cambio va a traer una pérdida
de perspectiva en el momento de las transformaciones forzosas. La sensación de
estancamiento y estallidos internos puede llegar a consumir al sujeto, haciendo
que se sienta como sumergido en un pozo sin fondo donde luz alguna llega a
penetrar. Las fuerzas inconscientes llegan a ser más poderosas que la capacidad
para una resistencia consciente, egocéntrica. Como consecuencia, el individuo
puede experimentar shocks emocionales, impulsos, pensamientos y estados de
ánimo que no parecen brotar de su propia conciencia y que le sumergen en
sentimiento de impotencia y confusión. Desde una perspectiva evolutiva, este
período se asocia a una purificación de todos aquellos esquemas y formas de
comportamiento arraigados en el inconsciente y que han estado dictando las
reacciones individuales. Esta purificación dará paso a una gradual regeneración
y a un renacimiento personal, al ir siendo reemplazados los esquemas ya caducos
por otros actualizados, lo cual puede conllevar el dejar a un lado situaciones
o circunstancias externas -una relación, una profesión u oficio, amistades,
dinero, bienes, etc. La purificación de lo externo será un reflejo de la
necesidad evolutiva interior. Desde el punto de vista experimental, se trata
aquí de un proceso bastante intenso, en el cual el nativo puede oscilar de una
forma compulsiva y aparentemente incontrolable entre momentos de euforia y
exaltación y otros de intensa tristeza y depresión. Los primeros se producen
gracias a repentinas visiones o chispas de comprensión, mientras que los
momentos oscuros van acompañados del sentimiento de que todo está perdido,
fuera de control y carente de significado. Mientras el ego es abofeteado sin
parar por la tempestad interna y los shock s de índole emocional, intelectual,
físico y espiritual, el nativo puede llegar a sentirse como si estuviera al
borde de la muerte. De nuevo, la causa de todo ello radica en la resistencia
frente a los indispensables cambios evolutivos. Durante este proceso se vive un
intenso período kármico. Los actos de vidas anteriores y de la vida actual que
han generado karma negativo y difícil, pueden absorber al individuo durante
esta etapa. A través de sus efectos y confrontaciones, podrá llegar a una mejor
comprensión de sus propios deseos y motivaciones. Hay aquí una oportunidad para
compensar y resolver antiguas deudas kármicas, y esta limpieza debe producirse
para que el nativo pueda moverse con libertad en su trayectoria vital. En
cuanto al karma positivo, puede darse bajo la forma de un goce o compensación
favorable de acuerdo a las propias acciones pasadas. Los deseos y propósitos
individuales pueden ahora verse realizados y esta culminación positiva conlleva
la necesidad de nuevas direcciones, una vez lograda la meta que se había
fijado. La purificación que promueve este proceso evolutivo hará nacer un
individuo nuevo y regenerado, el cual surgirá con nuevos deseos, ideas,
reacciones emocionales y mayor comprensión respecto a la naturaleza y el
propósito de su existencia. La experiencia es análoga a la de haber participado
en una guerra, con toda su devastación, miseria y sufrimiento, retornando luego
con las cicatrices de la batalla en su sitio. De forma análoga, el nativo va a
utilizar el conocimiento y la perspectiva obtenidos durante este proceso
evolutivo para impulsar hacia adelante en la vida sin repetir los errores del
pasado. Los problemas físicos que pueden acaecer durante este período pueden
manifestarse en el páncreas, colon e intestinos, desórdenes latentes Y tipo
genético, mutaciones celulares que pueden llevar al cáncer, y desequilibrio s
en la proporción de glóbulos rojos y blancos. Un aumento de la energía
Kundalini puede dar lugar a serios desórdenes psicológicos y neurológicos, si
esta energía no encuentra una canalización adecuada. También pueden sobrevivir
problemas de columna, parálisis de los miembros inferiores o superiores,
experiencias espontáneas de salir fuera del cuerpo y dolencias asociadas con el
Chakra coccígeo. En resumen, este proceso promueve la muerte necesaria de todo
aquello que se encuentre desfasado, en lo tocante a patrones de comportamiento
y orientación emocional, espiritual, física o intelectual. Libera y purifica el
karma negativo que se ha venido acumulando en la vida actual y en las
anteriores, llevando también a una compensación kármica positiva basada en
previos deseos y propósitos. Remueve todas las barreras internas y externas con
las cuales el individuo esté identificado y que retrasen su crecimiento
gradual. De las cenizas de esta indispensable destrucción se levantará un ser
humano renovado y con libertad para continuar su viaje evolutivo. (Jeff Green
"Plutón).
Plutón en Tránsito en Casa 9 ♐️ Durante los años en que Plutón permanece en
Tránsito por esta Casa, toda nuestra visión del mundo -la forma en que
percibimos la vida y el cosmos en general- se verá sometida a importantes
reajustes. Es probable que hasta el momento de este Tránsito hayamos tenido una
religión o un sistema de creencias que nos funcionaba bastante bien,
sirviéndonos de marco de referencia para ver e interpretar la vida. Sin
embargo, cuando Plutón entra en la Casa 9 y transita por ella, los sistemas de
creencias y la afiliación religiosa que profesamos se verán sometidos a un
cuestionamiento. Lo que antes nos daba una sensación de significado o de propósito
ya no nos parece adecuado. Lo que adorábamos y respetábamos como verdad queda
sujeto a cuestionamiento y ya no nos parece absoluto. En pocas palabras, el
Tránsito de Plutón por la Casa 9 suele significar la muerte de nuestro sistema
de filosófico o de valores. La pérdida de una filosofía o de una religión puede
ser una experiencia demoledora. Los sistemas de creencias y los preceptos
religiosos nos ayudan a vivir, permitiéndonos tomar decisiones sobre la manera
más adecuada de actuar o de conducirnos en diferentes situaciones. Cuando ya no
vemos la validez de nuestra filosofía y ésta, por la razón que fuere, deja de
servirnos, la sensación es que ha desaparecido el suelo bajo nuestros pies. Ya
no tenemos orientaciones ni reglas concretas que nos permitan juzgar ni
establecer la que está "bien". El Tránsito de Plutón por la Casa 9
despierta la necesidad de explorar en profundidad el significado de la vida. Si
antes no hemos sentido nunca esta "llamada", si nos hemos conformado
con las creencias recibidas y con una vida sin exigencias, este Tránsito
activará al "buscador" que hay en nosotros. Mientras Plutón se mueve
por esta Casa, seguiremos en busca de la filosofía o sistema de creencias que
nos ayude a encontrar sentido en la existencia y orientación para nuestra vida;
y seguiremos rechazando diferentes filosofías con la esperanza de hallar la que
mejor nos funcione, con el ánimo plutoniano de "desgarrarlas en
pedazos" para encontrar la esencia o el sentido que ocultan. Este Tránsito
puede significar también que nos obsesionemos con nuestra nueva religión o
nuestro flamante credo y nos sintamos renacer en la nueva fe, sea ésta cual
fuera. Y hasta podemos caer en la trampa de creer que lo que hemos encontrado
es la respuesta para todo y que a esta fe debería convertirse todo el mundo.
Plutón moviliza intrigas, lealtades obsesivas y sentimientos intensos allí por
donde transita, en la Casa 9, puede encontrarse atrapados en medio de fieras
batallas en el seno del grupo o secta a que pertenecen. Y en algunos casos,
durante este Tránsito podemos vincularnos con un culto o movimiento que sea
blanco de persecuciones y prejuicios, tanto de otros grupos como de la
corriente principal de la sociedad. También podemos encontrarnos a Plutón
cuando andamos de viaje, durante este periodo los viajes pueden ser causa de de
muertes y renacimientos psicológicos. Mientras viajamos, atraemos experiencias
que nos causarán efectos profundamente renovadores, o conoceremos a personas
que ejercerán una gran influencia en nuestra vida. La Casa 9 abarca también las
actividades de escribir y publicar. Si durante este periodo escribimos, nos
encontraremos de alguna forma con Plutón. El hecho mismo de escribir puede ser
vivido como un reto o un combate, o bien lo que escribimos puede tener un
efecto profundo sobre el dominio o la disciplina con que nos hayamos
comprometido. Que haya problemas, y bien enmarañados, con los editores. (Howard
Sasportas "Los Dioses del Cambio").
El inicio de un esquema de crecimiento global
será el tema predominante durante este tránsito evolutivo. Esto llevará al
nativo a enfrentar las limitaciones de sus propios principios y convicciones
filosóficas. Para dar paso a la evolución, el sujeto debe permitir que sea la
intuición quien lo guíe y lo ayude a comenzar las estrategias más apropiadas.
Al centrarse en la guía interna de su propia intuición, el nativo puede llegar
a experimentar "visiones" sobre su futuro, que le aportarán nuevas
metas, ideas y orientaciones. Estas visiones pueden ir acompañadas de repentinas
intuiciones, en las que el nativo debe aprender -a confiar incluso si amenazan
de algún modo sus actuales perspectivas de la realidad. Este período evolutivo
es generalmente positivo por su propia naturaleza. El sujeto se mostrará muy
orientado hacia el futuro y con gran optimismo respecto a sus planes. Es un
tiempo apropiado para elaborar nuevos objetivos y promover cambios
direccionales que reflejen adecuadamente tales objetivos. No obstante, será
necesario confrontar también la realidad existente, ya que adaptar estos nuevos
planes, ideas e intuiciones hacia el porvenir puede resultar difícil para
algunos. Las orientaciones y creencias que han venido modelando el propósito de
la propia vida hasta ahora pueden entrar en conflicto con los nuevos deseos y
necesidades, caso en el cual el sujeto se verá envuelto en circunstancias que
desafiarán directamente las orientaciones existentes. Los enfrentamientos
externos van a ser un reflejo de la necesidad interna de superar estas
limitaciones, aunque el tono y naturaleza de dichos enfrentamientos tenderá a
ser positivo. Otras personas pueden venir a argumentar y discutir con el nativo
señalándole las líneas débiles o las limitaciones de su actual orientación. Sus
motivos serán positivos y sinceros en cuanto van a motivarle a vivir de acuerdo
con el momento. Otras oportunidades de expansión individual pueden surgir
también del entorno, reflejando siempre la dinámica fundamental kármico
evolutiva descrita en el Tema natal del individuo. Tales experiencias irán asociadas
al Signo donde se encuentra la cúspide de la Casa 9 por la cual transita
Plutón, o al emplazamiento natal de Júpiter si Plutón transita o está
progresado sobre este planeta y viceversa, así como a la situación general de
Plutón cuando se ubica en la Casa 9 de una Revolución Solar. El resultado de
este proceso estará en función de la facultad intuitiva del sujeto junto con la
habilidad gradual para comprender la naturaleza de su realidad pasada, presente
y futura, la cual también se va a manifestar de una manera intuitiva. Este
conocimiento no será fruto de un análisis deductivo, sino más bien de signos
internos y otros datos que irán emergiendo a la conciencia individual a través
de la intuición. El sujeto deberá impulsarse hacia adelante, y el pasado puede
ser percibido durante este lapso como algo restrictivo, que obstruye el
crecimiento. Pero la inquietud creará también un sentimiento de insatisfacción
en relación con el presente. El nativo intuirá el por qué debe efectuar los
necesarios cambios previos y conocerá el significado de las oportunidades
potenciales y las nuevas estrategias que estas conllevan. Incluso el más
obstinado y resistente al cambio podrá comprender estas cosas sobre una base
intuitiva. Para los que son resistentes por naturaleza al cambio y tratan de
mantenerse inmóviles en el pasado, los cambios llegarán de todas maneras. Este
proceso puede ser duro para algunos, aunque sabrán el porqué de estas
transformaciones. Si la resistencia es muy fuerte, ciertas circunstancias externas
deberán removerse forzosamente para dar paso al cambio interno, como en el caso
de una nube que estuviera revestida de un envoltura metálica. Más adelante, el
mismo sujeto comprenderá la sabiduría del proceso y la realización positiva que
se deriva del mismo. De nuevo, en el fondo de su ser no existirá otra cosa que
un deseo ferviente por moverse y evolucionar. Para muchas personas es frecuente
experimentar el deseo de verse libres por completo de sus actuales obligaciones
y de las circunstancias de su realidad presente. Durante este período, y debido
al intenso apremio interior que se tiene de crecer sin restricciones, puede
aumentar este sentimiento. Sin embargo, las circunstancias concretas deben
guiar, adaptar y modelar esta necesidad de crecimiento, a fin de controlarlo,
ya que existe el riesgo de una expansión incontrolada y sin objetivos claros
que llevaría a una dispersión por querer avanzar demasiado rápido. Un
crecimiento positivo sólo puede darse refiriendo las nuevas áreas deseadas a la
realidad ya existente, de modo. que el nativo pueda asimilar su propio
crecimiento. Si se desecha por completo el pasado no podrá haber una
asimilación idónea de los nuevos esquemas evolutivos. Sin una línea básica a la
cual referir estos nuevos patrones de crecimiento, el sujeto podría perder
perspectiva y seguir un impulso tras otro sin llegar a ninguna parte. Sólo
aquellos aspectos del pasado que impidan la evolución deberán ser desechados.
Como resultado de este período evolutivo, los principios y convicciones filosóficas
o religiosas pueden ser ampliados o transformados. Tales principios han sido
una base para la interpretación y comprensión global de la vida individual, y
de allí han nacido convicciones acerca de lo que es la vida y cómo se debería
vivirla. En su fuero interno, el nativo va a experimentar las limitaciones de
estos conceptos de realidad y en lo externo va a atraer las circunstancias
idóneas para recalcar dichas limitaciones. De nuevo, la estrategia recomendable
consiste sencillamente en permitir que un sentimiento intuitivo interno de
limitación y expansión simultánea vaya guiándonos hacia nuevas realizaciones
que permitirán la transformación de lo antiguo. En el plano externo, la
estrategia consistirá en saber escuchar las ideas de otros, interiorizando esta
información y evaluándola, en vez de rechazarla por una reacción defensiva. Si
las nuevas ideas sé consideran correctas, entonces el sujeto debe incorporarlas
a su filosofía ya existente, y si ello requiere cambiar, redefinir o eliminar
ideas o principio preexistentes, será preciso hacerlo así. Los problemas
físicos que pueden manifestarse durante este período pueden afectar el
páncreas, las glándulas tiroides y pituitaria, el hígado, el nervio ciático y
el Chakra sacro. En resumen, este proceso promueve un ciclo de intensificado
crecimiento y optimismo general, profundizando en cuanto a la facultad
intuitiva y a la confianza en la propia intuición. Se harán presentes
oportunidades de crecimiento en aquellas áreas más vinculadas con las necesidades
kármico evolutivas del individuo. (Jeff Green "Plutón).
Plutón en Tránsito en Casa 10 ♑️ El Tránsito de Plutón por la Casa 10 es muy
poderoso, y no sólo afecta a nuestros objetivos en lo referente a la carrera,
sino que nos ayuda a llegar a una comprensión más profunda de quiénes somos y
por qué estamos aquí. Esto puede suceder de varias maneras diferentes. A medida
que se aproxima a la Cúspide, es probable que nos sintamos cada vez más
insatisfechos con el trabajo que tenemos, hasta el punto de cuestionar incluso
nuestra misma profesión. ¿Es realmente adecuada para nosotros? Allí por donde
transita Plutón es donde derribamos, alteramos o destruimos las circunstancias
existentes para crear otras nuevas. No todos tendremos esta experiencia, pero
si eso sucede, este Tránsito indica con frecuencia que estamos en mejores
condiciones que nunca para seguir el tipo de carrera que sentimos como más
válido o adecuado para nosotros. Hay personas que sienten una
"llamada" que las lleva a escoger su verdadera vocación, o bien que
descubren por primera vez en la vida cuál es su ambición. En algunos casos,
puede pasar que durante este Tránsito se nos impongan contra nuestra voluntad
cambios de trabajo o de profesión, ya sea porque nos despidan o por otra
circunstancia semejante. No importa cómo suceda, Plutón encontrará la manera de
introducir algún cambio en este dominio de la vida. Es frecuente que Plutón
movilice problemas centrados en el poder. Algunas personas que ascendieron a
cargos de mayor influencia dentro de su esfera laboral durante este Tránsito
planetario que, al conferirles mayor autoridad sobre otras personas, era como
si les diera la oportunidad de explorar más a fondo cómo manejar con prudencia
el poder. Plutón provoca intrigas y luchas de poder en cualquier Casa por donde
transite, y a medida que va recorriendo la Casa 10 podemos vernos enzarzados en
más conflictos de los habituales con nuestros colegas, jefes o empleados. Estos
conflictos de poder entre nosotros y nuestros padres que han quedado sin resolver
reaparecen disfrazados de pugnas con figuras de autoridad o con nuestros
colaboradores, y es necesario que hagamos una revaluación de cualquier
motivación oculta o subyacente que esté alimentando nuestra ambición y nuestra
necesidad de poder o de éxito mundano. De una manera o de otra, durante este
Tránsito Plutón encontrará el camino para introducirse en la situación laboral.
Puede pasar que nuestro jefe se muera, se vaya o sea reemplazado por otra
persona. También puede suceder que estemos trabajando en algo que haya que
mantener en secreto, o promoviendo una causa para reformar instituciones
sociales anticuadas o superadas. Este Tránsito también puede significar que nos
interesemos hasta la obsesión por algún trabajo tipo plutoniano (como la medicina,
la psicología, o ciencias que requieren investigación, periodismo, etc.)
comenzado durante este periodo. Si no se ejerce cierta discriminación, algunas
personas al pasar por este Tránsito pueden provocar un escándalo público y
sufrir la consecuente humillación o degradación profesional. Durante este
periodo puede ser apropiado perseguir ávidamente un objetivo, pero es más
seguro jugar limpio y ajustarse a las reglas. También la influencia
transformadora de Plutón puede ayudarnos a aclarar problemas difíciles o a
disolver bloqueos entre nuestra madre (o padre) y nosotros. Quizá no seamos
capaces de expresar, en una confrontación directa con ella -o con él-, todo lo
que sentimos o lo que quisiéramos decir, pero aun así podemos elaborar los
problemas pendientes con el progenitor "interno" si contamos con la
ayuda de un terapeuta o encontramos alguna manera de hacerlo nosotros solos.
(Howard Sasportas "Los Dioses del Cambio").
Una nueva etapa en la vida individual estará
unida a este período evolutivo arquetípico, junto con el final de la fase o
ciclo anterior. Al iniciar el proceso, el nativo se verá abocado a una actitud
de autoreflexión bajo la cual examinará todas aquellas dinámicas internas que
han venido creando las estructuras externas y la realidad de su vida. Esta
autoreflexión puede llevarle a un mayor conocimiento de sí mismo y de aquello
que ha venido condicionando su existencia de una forma determinada. Dicho
conocimiento puede ser luego una base para eliminar los esquemas desfasados y
cristalizados en el campo emotivo, intelectual, físico o espiritual, es decir,
de todo lo que debe ser transformado para comenzar este nuevo ciclo de
crecimiento. Aquí, el individuo debe aprender a aceptar y reconocer la
responsabilidad de sus actos resistiendo la. tentación de culpar a otros o de
atribuirlo todo al pasado. Nuevos deseos y esquemas evolutivos deben ponerse en
marcha, aunque siempre dentro del contexto de las responsabilidades y
obligaciones ya existentes antes de iniciar este período. Además, este proceso
promueve en el nativo la necesidad de tomar conciencia de las bases de sus
propios juicios individuales y la forma en que estos reflejan un patrón
conductual que ya no puede seguir vigente por más tiempo. Las actitudes de todo
tipo deben, pues, ser sometidas a examen, a fin de ver si todavía son útiles o
si están ya caducas e impiden la evolución gradual del sujeto. Los síntomas
psicológicos más frecuentes durante este tránsito son de cansancio y
sentimientos de vacuidad e insignificancia personal. Este hastío no sólo está
vinculado con esta vida actual, sino que puede basarse en otras anteriores que
han estado estructuradas en base a esquemas ya cristalizados en todos los
terrenos, emotivo, intelectual, físico y espiritual. Tal cansancio es ahora necesario,
ya que lleva al sujeto a reflexionar sobre lo que necesita ser cambiado. Los
sentimientos de insignificancia unidos a las circunstancias externas y a la
naturaleza global de la realidad del nativo serán también útiles en cuanto
alientan a una búsqueda profunda por parte del Alma, en relación con la
necesidad de reestructurar la propia vida para recuperar un significado, un
propósito y una importancia de la misma. La autoreflexión genera, a su vez, la
comprensión de las formas de actuar anteriores en todo nivel, e induce al
fenómeno conocido como involución -en el sentido de destruir facetas y
estructuras caducas-. A través de la redefinición o eliminación de las viejas
estructuras, tiene lugar un crecimiento de nuevas formas, incorporando nuevas
ideas, creencias, opiniones, reacciones emotivas y físicas, actitudes y
esquemas de todas clases, que van a determinar la realidad interna y externa
del individuo, como también la forma en que éste se ve a sí mismo integrado en
su sociedad. Debido a que la Casa 10, Capricornio y Saturno están asociados a
nuestra necesidad de establecer y afirmar la propia autoridad, integrándola en
el contexto de la autoridad social (a través de un oficio o profesión), este
período significa también una etapa durante la cual el nativo deberá examinar
las bases y la naturaleza de su ocupación actual, con el objeto de poder
determinar si aún conlleva un potencial significativo de autoexpresión. En caso
contrario, es preciso que el sujeto comience a promover un proceso de cambio profesional,
modificando lo ya existente o creando un nuevo quehacer en este campo. Para
algunos, esta necesidad evolutiva les llevará a cambiar de profesión mientras
que para otros el grado de frustración, vacuidad o aislamiento va a
intensificarse respecto a su actual profesión. En otros casos habrá conflicto
respecto a sus superiores o a sus colaboradores, mientras que unos cuantos van
a encontrar en este proceso una oportunidad para un ascenso o bien un aumento
de responsabilidad, lo cual sucederá a pesar de no estar del todo satisfechos
con lo que hacen. En cuanto a aquellos que se sienten a gusto con su profesión,
es probable que sean promocionados, con mayor responsabilidad y miras más
elevadas, creándose así el mayor significado profesional que estaban buscando.
Pero aquellos para quienes su profesión no significa mayor cosa o que se han
visto bloqueados en cuanto a sus necesidades profesionales, es posible que
tengan ahora que decidirse y cambiar de oficio, buscando un nuevo trabajo que
satisfaga el deseo de estar haciendo algo significativo para ellos. Durante
este proceso se produce también una evaluación acerca del fundamento de los
juicios personales y los modelos de conducta que han sido la base de estos
juicios. Dichos modelos se han venido desarrollando a través de condicionantes
familiares o sociales, junto con acciones individuales que han producido
múltiples experiencias que daban lugar al juicio mismo. Al lado de lo anterior,
hay también algunas influencias condicionantes que provienen de vidas
anteriores en relación con estas dinámicas. Los juicios van a reflejar
actitudes mentales y reacciones emocionales basadas en antiguas dinámicas
condicionantes. Es entonces preciso que el nativo revise sus esquemas de juicio
por dos razones: 1: Para determinar el impacto que tienen sobre sus propios
actos, sobre los de otras personas Y sobre sus proyectos futuros, y 2: Para
determinar si estos juicios están influenciando negativamente sobre las
oportunidades de crecimiento progresivo para el nativo y para otros. La clave
para determinar si existe tal influencia está en observar si promueven una
acción de bloqueo frente a futuras posibilidades, y en reflexionar acerca del
por qué puede el sujeto atraer sobre sí reacciones y juicios negativos durante
este lapso. Si se detecta un efecto interno de bloqueo, o una respuesta de este
tipo desde fuera, de cara a futuras acciones, pueden surgir dos tipos de
situación 1: La actitud de bloqueo es un reflejo de una resistencia a avanzar,
debido al temor o a esquemas antiguos de juicio que son obsoletos hoy en día, y
2: Las antiguas actitudes, las relaciones o las posibilidades futuras no tienen
mayor importancia. Bajo la primera de estas situaciones, el nativo deberá
examinar a fondo la base de la resistencia, el temor o los antiguos esquemas de
juicio, para poder liberarse de los mismos y avanzar al unísono con las
exigencias de su vida. En cuanto a la segunda situación, el nativo deberá estar
atento a las señales de su entorno que generan esta reacción para detectar, a
través de las reacciones negativas de otras personas, las antiguas actitudes y
valoraciones basadas en los prejuicios ya existentes. De este modo, el sujeto
debería anhelar una aceptación de todo esto y un cambio de lo que sea
necesario. Si las posibilidades futuras generan respuestas negativas en su
entorno, es conveniente determinar si tales posibilidades son ciertamente
"reales" y legítimas, de acuerdo al contexto evolutivo de su vida
actual, o si se trata de fantasías que no podrán ser realizadas bajo este
contexto. Estas señales externas ayudarán al individuo a conocer lo anterior,
induciéndole a reflexionar al respecto, bien se trate de signos positivos o
negativos van a resultar de utilidad para ayudar gradualmente al sujeto a
determinar el curso de su futura acción. Si este último parece correcto,
entonces el nativo debe ponerse en marcha con determinación y perseverancia.
Las señales del entorno serán positivas y las puertas se abrirán ante él. Por
supuesto, ciertas condiciones pueden tener que redefinirse o eliminarse de su
vida, a fin de dar paso a esta nueva orientación que va a dar mayor significado
a sus actos. En el caso de que esta orientación estuviera errada, todas las
puertas van a cerrarse sin importar para nada lo que intente hacer. Como ejemplo
de este proceso puedo citar a una de mis clientes que vino a verme cuando tenía
cincuenta y seis años. Sus hijos ya eran mayores y ella no estaba preparada
para hacer nada más con su vida. Por entonces, Plutón transitaba sobre la
cúspide de su Casa 10, y su Tema natal dejaba entrever una disposición innata
para la Psicología. Por consiguiente, le sugerí que estudiara esta carrera y
obtuviera el título profesional como psicóloga. Inicialmente, rechazó la idea
basada en los patrones "Standard" de la sociedad respecto a la edad.
"Soy demasiado mayor para hacer lo", decía. Además, su esposo quería
que estuviera en su hogar, abasteciendo sus caprichos y necesidades. Su
argumento era idéntico: "Va eres demasiado mayor." A todo esto se
agrega que ella había sido ya condicionada por sus padres a ser una esposa
"ejemplar". Con todo, mantuve mi criterio de que no tenía nada que
perder y en cambio ganaría mucho si se decidía a estudiar. Por un lado, vemos
una señal negativa de su entorno, en relación a su esquema de juicio y a la
valoración sobre su edad. Por otra parte, se manifiesta una reacción positiva
respecto a un posible camino para ella, que de hecho le hizo desear profundizar
sobre ,sí misma. Al final se decidió a hacerlo, alentada por la respuesta positiva
de la institución que eligió, la cual le ofreció apoyo financiero. Tuvo que dar
por terminada la relación con su esposo debido a la fuerte oposición que
encontró en él, quien se sentía inseguro y traicionado de alguna manera. Ella
trató de seguir esta nueva orientación vital dentro del marco de sus
responsabilidades y obligaciones ya existentes -su matrimonio-, sin embargo, su
marido fue incapaz de aceptar esta nueva dirección a nivel emocional y ella
tuvo que separarse, a fin de permitir que tuviera lugar su propio crecimiento.
Esta "señal" negativa de su entorno, junto con mi reacción también
negativa respecto a su antiguo esquema de juicio, la hizo reflexionar acerca de
otros signos, en este caso positivos, como eran la actitud de la institución y
la mía en relación a sus posibilidades. Así, llegó a obtener su título como
psicóloga, iniciando una práctica dirigida a personas mayores, donde ella les
trataba de cambiar esquemas en relación con su edad, etc., y más tarde continuó
estudiando para obtener un Doctorado en dicha profesión. En cuanto a los
problemas físicos que pueden manifestarse durante este tránsito, pueden afectar
la médula ósea, el esqueleto, la glándula pituitaria o el sistema inmunológico.
Puede haber crecimientos vegetativos de todo tipo en la piel y cuero cabelludo,
desequilibrio en la producción de enzimas, aceleración del proceso de
envejecimiento o, por el contrario, un rejuvenecimiento de vitalidad y
regeneración del tejido orgánico. También puede haber problemas en relación con
el Chakra coccígeo. En resumen, este proceso evolutivo implica una total
redefinición de todas aquellas estructuras desfasadas en la vida individual.
Una nueva etapa comienza aquí. La autodeterminación, el coraje y la
perseverancia serán indispensables para ayudar a una redefinición en cuanto a
la orientación de la propia existencia. (Jeff Green "Plutón).
Plutón en Tránsito en Casa 11 ♒️ Es frecuente que el Tránsito de Plutón por la
Casa 11 se revela en problemas relacionados con la amistad. En su aspecto positivo,
puede indicar vínculos profundos e importantes, que perduran durante muchos
años y resisten incluso a periodos de separación y cambios. Pero el Tránsito de
Plutón por esta Casa también sugiere complicaciones en este dominio. Aunque
durante esta época podamos llegar a valorar muchísimo la amistad, también es
posible que tropecemos con dificultades. Quizá revivamos y proyectemos en
nuestros amigos los complejos y problemas psicológicos que venimos acarreando
desde de la infancia. Tal vez nos sintamos sumamente enojados, dolidos,
ofendidos, celosos o competitivos o rivalidades sexuales que pueden socavar una
amistad. En algún momento de este Tránsito es probable que tengamos la
sensación de que un amigo o un grupo de amigos en el que confiábamos nos abandona,
o tal vez seamos nosotros quienes volvamos la espalda a nuestros viejos amigos,
si intentamos controlarlos y dominarlos por temor de que, de no hacerlo así,
pueden dañarnos o hacernos sufrir. O, si sentimos que un amigo intenta
controlarnos o dominarnos, es probable que intentemos liberarnos de esa
relación. Cuando Plutón está en esta Casa, algunas amistades llegan a su fin,
porque ya no nos sirven o son negativas, o porque la otra persona ya no está en
nuestra misma longitud de onda. Un amigo intimo puede irse a vivir lejos o
morir, removiendo dolor, cólera, culpa y otros mil problemas psicológicos que
es preciso que afrontemos y elaboremos. También significa la formación de
amistades nuevas que pueden tener sobre nosotros un efecto profundamente transformador.
Los amigos pueden ser catalizadores que nos aportan el cambio, presentándonos
ideas nuevas o introduciéndonos en grupos que alteren toda nuestra visión de la
vida. Allí por donde pasa, Plutón profundiza: en la Casa 11, nos pide que
examinemos más de cerca nuestras razones para hacer amigos, y los motivos
profundos o secretos que podamos tener para entablar amistad con tal o cual
persona. Este Tránsito puede enriquecer nuestra apreciación del valor, el
significado y la importancia de la amistad. Pero generalmente esto sólo se
logra después de que la relación ha sido sometida a alguna especie de prueba.
Aparte de los círculos de amigos, durante este periodo un grupo de naturaleza
política o humanitaria puede servir para que nos liberemos de las fronteras del
yo y podamos abrirnos de una manera nueva, sin embargo, también puede ser
motivo de miedos y dificultades. Profundos complejos emocionales y temores no
resueltos de la primera infancia (o de vidas pasadas) pueden aparecer en las
situaciones de grupo. Quizá nos encontremos excepcionalmente incómodos o
perturbados en un contexto de grupo, o bien tengamos miedo de que el grupo no
nos acepte. Con Plutón, podemos proyectar sobre un grupo la fuerza destructiva
de este planeta, y en este caso nos sentiremos como si uno de los miembros del
grupo o el grupo mismo estuviera tratando de destruirnos. Investigar por qué
atraemos sobre nosotros este tipo de proyecciones puede ayudarnos a alcanzar un
entendimiento psicológico más profundo de nosotros mismos. Quizá pasemos por un
periodo de soledad y aislamiento hasta que podamos llegar a una comprensión más
honda de nuestra relación con la humanidad y con los demás en general. Y a la
inversa, habrá gente para quien este Tránsito coincide con un avance espectacular,
un momento en el que nos damos cuenta de nuestra conexión con el resto de la
creación. Esto puede alentarnos a ingresar en grupos que estén al servicio de
la evolución de la sociedad y del planeta en general, o que promuevan el
bienestar de aquellos a quienes, en nuestro sentir, se está tratando de forma
injusta. La Casa 11 se refiere también a nuestras metas u objetivos en la vida,
y a los ideales que queremos realizar en el futuro. Al término del Tránsito de
Plutón por la Casa 11, nuestra dirección y nuestro propósito en la vida se
habrán alterado de forma significativa. Los objetivos que antes considerábamos
importantes o deseables quizá no nos sigan pareciendo lo mismo. A medida que
nuestros objetivos e ideales cambien, cambiará también nuestra elección de
amigos y de grupos. (Howard Sasportas
"Los Dioses del Cambio").
Este tránsito va a caracterizarse por una
necesidad de cortar todos los apegos que atan al individuo bloqueando su
gradual evolución de modo que pueda acelerar su crecimiento. Tal aceleración va
a promover un sentimiento de estar prisionero por las circunstancias de su
realidad externa, que a su vez le llevará a una comprensión interna que
removerá abiertamente su mundo inconsciente, donde subyacen todos los esquemas
y dinamismos que se han venido reprimiendo hasta el momento, junto con las
memorias del pasado reciente y remoto en forma detallada, y la programación
concerniente al futuro individual. Toda esta información va a generar un
impacto en la conciencia del sujeto, instándole a liberarse del pasado y de las
ataduras del presente respecto a las futuras necesidades evolutivas. Un intenso
deseo de verse liberado de todo ello dará lugar a estados cíclicos de profundo
desapego emocional, intelectual, físico y espiritual, en relación con las
condiciones prevalecientes en la vida del nativo. Durante estos ciclos, el
individuo puede emprender una revisión objetiva de sus dinámicas internas y
externas que le han llevado a su actual situación con un análisis desapasionado
de aquello que debe ser transformado o eliminado, para dar paso a los nuevos
impulsos de crecimiento. Estos ciclos van a entrar en colisión con otros ciclos
de resistencia a los necesarios cambios, al sentirse el nativo inseguro o
amenazado respecto a donde habrán de llevarle estas orientaciones hacia el
futuro. Muchos tendrán la sensación de carecer de control sobre estos nuevos
impulsos e ideas, los cuales parecen tener vida propia y acceder a la
conciencia por un impulso de la voluntad personal. Una clave para tratar
positivamente estos pensamientos sobre el futuro consiste en controlar la frecuencia
y la forma en que se repiten, es decir, que la persona debe intentar realizar
aquellas ideas que se repiten en forma insistente en lugar de aquellas que se
presentan sólo en forma muy esporádica. Estas últimas ideas pertenecen a los
anhelos que van más allá del momento presente y pueden ser relevantes dentro de
unos años, no en la actualidad. Además, el nativo debe intentar controlar los
mensajes externos que también se repiten con frecuencia, concernientes a su
propio futuro. Estos indicadores le ayudarán a conocer la validez de lo que
está sintiendo o experimentando en su fuero interno. Puesto que existe una
necesidad de transformar o eliminar circunstancias internas y externas,
condiciones y dinámicas provenientes de su propio pasado, el nativo tendrá que
afrontarlas si quiere estar verdaderamente liberado. En cuanto a lo externo,
este proceso puede manifestarse a través de choques imprevistos con amigos o
personas cercanas, algunos de los cuales van a promover un afloramiento del
karma residual que aún no ha sido resuelto en la relación del sujeto con otras
personas. De este modo, tendrá una oportunidad para compensar estos karmas y
liberarse hacia adelante. Las confrontaciones repentinas pueden crear confusión
en el individuo o en aquellos con quienes entra en conflicto. Lo que hasta el
momento ha sido una relación o asociación sólida, estable e íntima va a entrar
súbitamente en un proceso de choque que a menudo sorprende a ambas partes. Una
falta de perspectiva o comprensión del porqué de estas confrontaciones y un
posible final de la relación debido a la intensidad de las mismas es bastante
probable durante este período. La estrategia recomendada durante esta etapa
consiste en elimina los apegos hacia otras personas que de una forma u otra
impiden el crecimiento y evolución gradual del nativo, dando solución a los
karmas del pasado que hayan podido generar la confrontación y cortando de una
vez con aquellas relaciones que denotan una separación natural de los caminos
individuales. Cabe entonces alimentar aquellos vínculos que ayuden al nativo a
comprender objetivamente la naturaleza de las ideas que le orienten hacia el
futuro. El necesario final de algunas relaciones actuales dará lugar a la
aparición de nuevos vínculos, asociaciones o relaciones íntimas en la vida del
nativo, que van a resonar positivamente respecto a sus nuevos deseos y
necesidades durante este lapso. La necesidad de cortar todo apego a los ideales
previos, orientaciones mentales y respuestas de tipo emotivo, intelectual,
físico o espiritual, es ahora una pauta indispensable. Nuevos esquemas y
direcciones evolutivas están en proceso de rápido desarrollo hacia la
conciencia individual. Esta aceleración del ritmo evolutivo puede dar lugar a
"saltos" respecto a la condición natural con la cual el individuo ha
venido coexistiendo en esta vida. Se verá alentada la necesidad de nuevas
amistades, asociaciones o actividades de grupo. El hecho de cortar los antiguos
apegos hacia ideas y reacciones emocionales hará que el individuo se llegue a
sentir diferente durante este lapso, pudiendo recibir ayuda y orientación por
parte de otros que han pasado ya por este proceso o que están evolucionando en
este sentido, llevando al nativo hacia una reconciliación con lo que le está
ocurriendo. Al tomar esta actitud objetiva, el sujeto adquirirá una mayor
responsabilidad sobre su propia existencia y podrá liberarse más fácilmente del
pasado que le impedía la necesaria evolución. Es también frecuente durante este
período que el nativo atraiga hacia sí a los que están experimentando
necesidades análogas. La atmósfera interior y el entorno del nativo estará
poblada de vibraciones inestables e inquietas. Durante este lapso, el sujeto
debería alentar las necesidades de crecimiento de otras personas cercanas a él
con quienes mantiene una relación íntima, incluso si esto conlleva un cambio en
la forma de llevar la relación o un final de la misma. Al obrar de esta manera
será creado un nuevo karma positivo. Pero si el nativo intentara restringir las
necesidades evolutivas de otros, es muy probable que la relación termine de
forma difícil y tormentosa, creando más karma negativo y dejando cosas por
resolver que tendrán que ser satisfechas más adelante. Los problemas de orden
fisiológico que pueden manifestarse en el curso de este período se relacionan
con el sistema simpático y parasimpático, con variaciones en los niveles de
tensión nerviosa, vinculadas con la debilidad genética de un área cualquiera
del organismo, que puede ser colapsada a causa de la tensión. Dolencias
neurológicas pueden producir en algunos casos ataques fulminantes. También
puede haber problemas pulmonares y de respiración, dolencias de la columna
vertebral y erupciones cutáneas, dolores de cabeza causados por tensión en el
Chakra medular (situado en la base del cráneo), vértigo y desvanecimientos,
alteraciones en el ritmo cardíaco con estados cíclicos de hipertensión e
hipotensión, y problemas vinculados con los Chacras tiroides y coccígeo. En
líneas generales, este proceso va a acelerar el ritmo evolutivo individual,
creándole una necesidad de liberarse del pasado para obtener un rápido
crecimiento, con nuevas ideas potencialmente radicales y nuevos impulsos que
impactarán su conciencia. El sujeto debe cortar todo apego con cosas del pasado
y seguir las señales internas y externas de tipo repetitivo que le orientan
hacia el futuro. Si lo hace, estará en condiciones de efectuar grandes avances
evolutivos. (Jeff Green "Plutón).
Plutón en Tránsito en Casa 12 ♓️ La tarea de Plutón en Casa 12 consiste en
llevar a la conciencia aquellas partes de nosotros mismos que son débiles, las
que permanecen ocultas o están subdesarrolladas, de modo que el yo puede
afrontarlas e integrarlas en su propia identidad. En otras palabras, tenemos la
oportunidad de descubrir y establecer una relación con aquellos aspectos de
nuestro ser que hasta este momento hemos negado o reprimido. Freud fue el
primero en percibir el inconsciente como un almacén de todo lo que hay de
primitivo, malo o antisocial en nosotros. Sin embargo, el inconsciente no se
limita a ser un almacén de impulsos negativos: también contiene potencialidades
positivas que aún esperan ser plenamente reconocidas. Cuando transita por la
Casa 12, Plutón conspira de todas las maneras posibles para hacer que nos enfrentemos
con aquellas partes de nosotros mismos de las cuales siempre hemos huido.
Durante este Tránsito, atraemos hacia nosotros circunstancias y acontecimientos
que nos obligan a mirarnos interiormente para descubrir quiénes somos
realmente. Pero recuperar las partes que nos faltan no siempre es una tarea
cómoda. En nosotros hay algo que aún sigue creyendo que reconocer nuestros
sentimientos de hostilidad o nuestra sexualidad significa perder el amor de los
demás y, por consiguiente, poner en peligro nuestra supervivencia. Y no menos
aterrador es aceptar nuestras potencialidades positivas. Si reconocemos
plenamente nuestros talentos, recursos y habilidades latentes, tendremos que
cargar con la responsabilidad de hacer algo por cultivarlos. Negarse a saber es
una manera de no asumir responsabilidades por lo que podríamos encontrar. Y sin
embargo, proceder así significa que seguimos siendo personas a medias,
incompletas y sin realizar. Nos guste o no, el objetivo de Plutón en Tránsito
por la Casa 12 es ayudarnos a redescubrir aquellas partes de nosotros mismos
que hemos negado, de modo que cuando Plutón llega al Ascendente podamos emerger
renacidos, en un contacto más completo que nunca con el ser que somos, y
dispuestos a expresar más abiertamente nuestra recién descubierta personalidad.
Al pasar por la Casa 12, Plutón no sólo moviliza a cualquier planeta con que
forme aspectos por Tránsito, sino que también nos da la oportunidad de
transformar y regenerar la forma en que hemos usado o expresado ese planeta.
Además, Plutón tiene una impresionante capacidad para reactivar problemas de
etapas anteriores de la vida que aún no tengamos del todo resueltos. Esto puede
suceder muy concretamente bajo la forma de una reaparición de personas del
pasado con quienes nos ha quedado algún asunto por resolver. Sin embargo, no
sólo personas reaparecen desde viejos desvanes; cualquier tipo de situación que
quedó sin resolver en el pasado puede reaparecer con alteraciones tan leves que
apenas si la disfrazan. Por ejemplo, un hombre que había tenido intensos
enfrentamientos con su padre se encontró en la misma pugna por el poder con su
jefe cuando Plutón en Tránsito por la Casa 12 formó una Oposición con su Sol
natal en la Casa 6; dicho de otra manera, su complejo paterno volvió a aflorar
en aquel momento por la vía de los problemas con su jefe. El Tránsito de Plutón
por esta Casa actúa como una cámara de compensación; nos obliga a encarar
problemas de los que en el pasado tal vez hemos huido, o que hemos dejado
pendientes. También puede pasar que revivamos intensamente viejos encuentros o
experiencias por obra de los sueños que tengamos durante este periodo, como si
los sueños estuvieran empeñados en que volvamos a tomar conciencia de problemas
con los que todavía necesitamos enfrentarnos. Los miedos, complejos e
inseguridades que son resabios de la infancia se ponen más nítidamente en foco
durante esta época. A medida que Plutón recorre la Casa 12 y forma aspectos con
otros planetas del mapa, nuestras primeras creencias y anunciados vitales van
aflorando a la superficie por mediación de las sucesivas situaciones que vamos
encontrando en la vida, e incluso de los sueños que evocan nuestros miedos y
complejos más profundamente arraigados. Como ya dijimos, este Tránsito nos
lleva a enfrentarnos con los "fantasmas" del pasado mediante
experiencias actuales, crea el caldo de cultivo ideal para lo que en psicología
analítica se conoce como compulsión de repetición : la tendencia a seguir
recreando los primeros traumas y dificultades de la vida, quizá para
resolverlos y elaborarlos lo mejor posible. Al enfrentarnos a nuestros
complejos más profundos y resolverlos, nos sentiremos menos condenados a
repetir incansablemente estos modelos en la vida. Este Tránsito nos ayuda a
despejar y liberar la psique de la repetición inconsciente del pasado. Cuando
Plutón llega por fin al Ascendente, podemos encarar la vida desde de un ángulo
totalmente nuevo. La Casa 12 puede estar asociada con una parte de la memoria
aún más vasta que la herencia ancestral; me refiero a lo que Jung llamaba el
inconsciente colectivo y que constituye la totalidad de la memoria no sólo del
individuo, la familia o la tribu, sino de toda la raza humana. El inconsciente
colectivo representa la suma total de la sustancia pensante de la humanidad.
Cada célula de nuestro cuerpo lleva codificado dentro de si todo lo que ha
sucedido antes de nuestra llegada a este mundo. En algún sentido, como lo
muestra la Casa 12, estamos vinculados con el pasado y con la totalidad de la
creación, y somos portadores de registros de experiencia que van muchos más
allá de lo que hemos conocido personalmente. Lo que escribimos, decimos,
creamos, hacemos, soñamos o vivimos durante este Tránsito puede ser una
expresión de nuestra sintonización con imágenes e ideas que circulan en el
inconsciente colectivo. Durante este Tránsito es probable que tengamos que
luchar con los aspectos menos agradables de la sombra colectiva, pasando por un
periodo en que somos más susceptibles a las profundas corrientes oscuras o
destructivas en la atmósfera que nos rodea. Podemos ser excepcionalmente
sensibles a la ira y la hostilidad que haya en el aire, e incluso caer
"presa" de estos sentimientos. Es decir que es posible que algunos de
estos sentimientos no sean del todo nuestros, sino de personas que nos rodean:
los absorbemos como si fuéramos una esponja o aspiradora psíquica. Con Plutón
en Casa 12 puede ser incluso que seamos "usados" como agentes de
transformación o de cambio social, abrazando alguna causa mediante la cual
convertimos en realidad la tendencia plutoniana a destruir lo gastado para
construir luego estructuras nuevas y más auténticas. A medida que tomamos
conciencia de nuestra unidad con el resto de la vida, se incrementa también
nuestra motivación para servir y ayudar a los demás en algunas instituciones
como hospitales, prisiones, escuelas, bibliotecas, museos. Cuando Plutón
transita por la Casa 12 puede pasar que trabajemos en la remodelación de
instituciones anticuadas, haciendo desaparecer lo viejo o moribundo para hacer
lugar a lo nuevo. (Howard Sasportas "Los Dioses del Cambio").
El arquetipo de este proceso tiene que ver con
la necesidad de tomar conciencia de los sueños personales, ilusiones y errores.
El resultado llevará al nativo a reconocer y encarar la realidad tal como ella
se presenta. Por lo común, durante este período los deseos y sueños personales
tienden a convertirse en realidad, con lo cual se van a experimentar casi
siempre como algo inferior a lo que se esperaba. Generalmente, estos sueños y
deseos van unidos a impulsos de tipo separatista. Al anhelar verlos convertidos
en realidad, el nativo va a aprender la lección de que él es en cierto modo un
creador de esa realidad individual, vinculado, desde luego, con el Origen
primordial de todas las cosas. El experimentar la realidad de estos sueños y
anhelos como algo inferior a lo esperado, hará sentir al sujeto que existe algo
más en la vida, o tener la sensación de que algo falta, sentimientos que le
llevarán a un aislamiento final de tipo visceral que no podrá ser superado por
ningún deseo de naturaleza separatista ni podrá colmarse por las circunstancias
concretas de la vida individual. Los deseos separatistas pueden traer una
satisfacción temporal, pero ésta será reemplazada tarde o temprano por el
sentimiento de que debe haber algo más allá. Por consiguiente, éste período es
muy apropiado para que el nativo llegue a comprender los fundamentos de sus
propios deseos separatistas. La necesidad de llegar a fundirse con la Fuente
primordial de Creación va a promover en el nativo estados cíclicos de
alienación, confusión, falta de asociación y de significado respecto a la
realidad existente. Así, durante este período es probable que el sujeto se vea
abocado a un proceso fundamental y necesario de desilusión. Su realidad
corriente, al estar emparejado con un sueño tras otro va a crearle la sensación
de hallarse al borde de un abismo, donde la luz del mundo entra en contraste
con la infinita oscuridad (la luz representa para el nativo el pasado, mientras
que el futuro se extiende ante él a la manera de una oscuridad absoluta,
universal). La necesidad de retornar a la Fuente exige ahora al individuo un
salto lleno de fe hacia el abismo para que pueda ser resueltas de una vez todas
las barreras que impiden esta unión consciente. A pesar de todo, esta necesidad
evolutiva genera con frecuencia temor y resistencia por parte del sujeto. La
identidad egocéntrica le lleva a apartarse del gran Océano cósmico, del Ser que
constituye su Origen, causando los estados cíclicos de alienación y disociación
respecto a la realidad concreta del nativo, la cual está impregnada de una
sensación de insignificancia. En el plano externo, ciertas áreas con las que él
se ha venido identificando plenamente deberán ser removidas o disueltas y,
aparentemente, carece de poder para impedirlo. Tal limpieza y eliminación debe
producirse para liberarle y permitirle avanzar, enseñándole que existen fuerzas
superiores en el Universo que se encargan de vigilar y guiar el desarrollo de
todos los aspectos de la Creación a nivel individual y colectivo. Debido a este
proceso de disolución, el nativo experimentará con frecuencia una mayor
actividad de sus sueños durante este período la cual permite una liberación de
contenidos inconscientes para que pueda tener lugar la necesaria limpieza
psíquica que dará paso a un nuevo ciclo evolutivo y á una conexión directa con
el Origen. Estos sueños pueden agruparse en tres categorías: 1: Sueños
vinculados con vidas anteriores a las cuales debe asomarse el sujeto, a fin de
comprender su conexión con circunstancias de su vida actual. Usualmente, estos
sueños se enfocan sobre una existencia concreta en el pasado o sobre varias que
están conectadas entre sí. La naturaleza del sueño es altamente simbólica. 2: Sueños
basados en alguna experiencia o circunstancia actual, que aportan un
significado profundo a la naturaleza propia de esta circunstancia, y 3: Sueños
supraconscientes en los cuales el sujeto va a encontrase en planos astrales o
causales, a fin de recibir algún tipo de instrucción, conocimiento o revelación
de la naturaleza de su realidad existen o que están vinculados con algún
interrogante que el propio individuo ha formulado. Al despertar el individuo
podrá tener dos sensaciones distintas acerca de estos sueños: un recuerdo
vívido y total que les hace parecer más reales que la inmediata realidad
concreta de su vida ordinaria, o bien la carencia de memoria del sueño, aunque
se tiene la sensación de haber estado en algún otro lugar. La estrategia recomendada
aquí es registrar todos estos sueños a diario para mantener una memoria lo más
completa posible. Esto es necesario, ya que los sueños siguen el ciclo lunar de
veintiocho días y esto nos permitirá Interpretar el contexto de los propios
sueños de acuerdo a este ciclo natural, en lugar de tratar de comprender su
significado sin punto alguno de referencia. La glándula pineal se verá
estimulada y la melatonina trascendente es segregada dentro del cuerpo del
sujeto. Esto puede generar en él estados alterados de conciencia, con
hipersensibilidad psíquica y fisiológica, donde la persona se halla del todo
abierta al impacto de vibraciones externas de todo tipo. Si éstas son
negativas, esto le llevará a recibir ideas y vibraciones erróneas que le
sumergirán en estados cíclicos de confusión, alineación y disociación de la
realidad. Pero todo esto también pude emanar del sujeto que ahora está mas
sensible a la conciencia colectiva. (Jeff Green "Plutón).
(MayaTime)
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